Manifiesto

Veinte Centavos surge por la necesidad de crear un espacio en el cual podamos escribir y debatir sobre diversos temas culturales. Literatura, música, cine y teatro serán nuestros temas habituales, y no dejaremos de lado la actualidad, en la que se combina el pasado y el futuro.Aprovechando la tecnología, creamos está revista virtual, este blog cultural, y esperamos que ustedes disfruten leyendo –y respondiendo- y nosotros escribiendo.

A propósito de Che, el argentino

Por Nahuel A. Billoni






Hace unos días se estrenó Che, el argentino, la última versión cinematográfica sobre la vida de Ernesto Guevara, quizás la más pretenciosa o la que intenta ser la definitiva. En esta ocasión el film nos cuenta el periodo que va desde la invitación de Fidel a formar parte del grupo hasta la victoria en Santa Clara.


Una vez de terminado de ver el film surge una pregunta: ¿Cómo se debe analizar la película sobre uno de los personajes políticos más importantes, polémicos e influyentes de buena parte del siglo veinte?


Si nos concentramos en la parte estética, es una obra impecable. Steven Soderbergh –el director- decidió encarar el film bajo un estilo símil documental: entrevistas, mucha cámara en mano (desprolija, juegos con el foco) . Además trabajó con varias películas, es decir, hay blanco y negro, mucho grano y altos contraste; es más, estas dediciones sirven para reforzar la idea de registro documental casi guerrillero.


El largometraje está hablado en castellano, esto le asigna realismo y cordura. Imaginen un Guevara hablando en ingles! O mejor busquen la versión de Halllmarck!! O la de Jack Palance y Omar Shariff!!!


El caso de las actuaciones es desparejo. Mientras que Benificio Del Toro consigue un Che creíble y logra trasladar la esencia del personaje; Demián Bichir, encargado de interpretar a Fidel Castro, realiza, no una actuación, sino una imitación que termina siendo burda y cercana al trabajo que podría hacer un Nito Artaza. También fue acertado buscar para la mayoría de los roles actores latinos.


En cambio, entre los desaciertos, figura que por momentos la historia se vuelve demasiado light, parece más una de aventuras y no logra transmitir la violencia, los miedos, y las inseguridades de la campaña. El punto más alto de esto se da en el vínculo entre Camilo Cienfuegos –que por cierto, no tiene la contextura física creíble para el momento que atravesaba su personaje - y Guevara. La relación pasa por ver quién conquista más que el otro, como si fuera una especie de juego, similar al de Gimli y Legolas en El Señor de los anillos. Estos hombres se estaban jugando la vida y veían morir a sus compañeros en el transcurso de su lucha, no es creíble que se presten a esas conversaciones.


Sin embargo, una vez que dejamos de lado los aspectos formales surge la polémica. Es un film que es imposible de ver sin una mirada política, por más descomprometida que sea. Es cierto, que la figura de Guevara es un icono usado hasta el hartazgo y que por eso no resulta más controvertida, pero la imagen del personaje y sus connotaciones se comen a la realización.


Encontraremos al espectador historicista que sólo se detendrá en los puntos que se asemejan a la realidad y esperará las diferencias pera castigar al film; el espectador de izquierda (o progre) que se enojara por la intromisión de los norteamericanos en la vida del héroe latinoamericano; el de derecha que se enojara porque los norteamericanos cuentan la vida de un terrorista (créanme, hay gente de este tipo), y el espectador que irá a ver de qué se trata la vida de este revolucionario.


Entonces, ¿cómo hay que analizar a Che, el argentino?


Primero hay que aceptar que es una buena película, con recursos desde la dirección muy interesantes, actuaciones buenas y malas y es lo más osado que puede hacer Hollywood sobre una figura como Guevara. Considerar que en esta primera parte no haya juicios morales, es más que valorable para una producción norteamericana. Cabe señalar que fue realizada con fondos europeos , pero sí se encuentra dirigida al público norteamericano.


Segundo, ¿alguién puede ir a ver el film como su fuera la vida de Ernesto Guevara? Es una película de ficción, si quieren investigar o conocerlo mejor vayan a los cientos de libros o documentales. Desde ya que va a ser una mirada imparcial y no del todo completa.


Por eso, sí existen personas que salen del cine indignadas… muchachos lo lamento, pero se trata de una versión, la verdad pasa por otro lado. ¿O alguien aprendió sobre Eva Perón viendo a Madonna embarazada cantando Don´t cry for me Argentina?


En última instancia, la película puede servir como disparador para los espectadores que hasta ahora no se habían interesado por la vida del Che.


Pero entonces, al fin de cuentas, ¿cómo se hace para analizar el film?





¿Cómo tiene el cine que tratar a estos personajes? No te olvides de dejar tu comentario.

El juego de Ulises (Dumont)

Por Adrián Lakerman


Con la muerte de Ulises Dumont me puse a pensar en un estilo de actor que está en extinción. En una forma de actuar y en un modo de vivir.

Ulises Dumont era un personaje gracioso en lo que desprendía, un nombre simpático, pero un tipo de actor muy serio. Su gracia estaba oficializada.
Dentro de la página http://www.cinenacional.com/ en una sección hay un juego llamado “Todos los caminos conducen a Ulises Dumont”. El mismo consiste en encontrar a algún actor o actriz que esté a más de tres pasos de distancia de Ulises Dumont. Por ejemplo, Gerardo Romano está a un paso, porque ambos actuaron en El año del conejo (1987). Selva Alemán, en cambio, está a dos pasos: actuó en El bruto (1962) junto a Ricardo Trigo, quien a su vez actuó en La gran ruta (1971) junto a Ulises Dumont.

Este juego para cinéfilos fanáticos ya existía en Estados Unidos protagonizado por Kevin Bacon. La cuestión interesante que comparten Dumont y Bacon son la amplia cantidad de películas que hicieron. Ulises dumont era un actor muy prolífico, hizo alrededor de 80 películas.

Toda esta curiosidad que trae el actor recientemente fallecido me hizo reflexionar varias cosas, una de ellas y la más importante es sobre la actuación. Los actores de la camada de Dumont tienen un estilo de actuación muy particular. Federico Luppi, Hector Alterio, Arturo Maly entre otros tenían y tienen una sola mascara, una sola forma de actuar. Son esos actores a los que la gente los cataloga como: “Hacen siempre lo mismo” o (esta me gusta más) “Siempre hacen el mismo personaje”. Y pensando y reflexionándolo es la verdad. Tuvieron una época de esplendor (los años70 y los 80) después y durante la dictadura. Y los personajes que solían interpretar eran tipos duros, pero no James Cagney o Humprey Bogart más del tipo argentino que la lucha, que se la banca, que transpira mucho en escena y que grita fuerte si es necesario hacerlo.

Pienso inmediatamente en los actores favoritos de mis amigos y de mi familia y en general no aparecen los actores mencionados. Pero si aparecen otros actores aparecen los de múltiples mascaras. Aparece Johny Deep, Sean Penn, Marlon Brando o Julio Chavez de los nacionales. Y está muy bien eso. Son Actores que tienen que ver con la multiplicidad de géneros, con la ductilidad y con qué pueden hacer cualquier cosa. Lo cual es verdad y totalmente valido.
Pero yo no quiero un actor que me maraville cuando veo una película, yo no quiero que termine la película, pararme y aplaudir un actor. Yo quiero otra cosa, quiero que no me pase nada con los actores pero que me guste la película. Si termino de ver un partido de fútbol y me acuerdo de quién es el árbitro, significa que dirigió mal porque lo note, me llamo la atención. Ojo cuando veo fútbol y sobresale Riquelme me maravillo y me paro y aplaudo, pero no es igual mi visión del cine que la del fútbol.

Por ejemplo, si salgo de una película y escucho a alguien que dice “que buena es la ambientación de los años 70”, eso habla mal de la ambientación y especialmente de la película. Si la película es buena ¿por qué mirar la ambientación? La película debe ser aburrida como para colgarse en la escenografía.

Quiero actores como Ulises Dumont, prefiero a un actor con un solo personaje pero que lo haga como la puta madre. Que lo haga como debe ser.
¿Qué opinas de la generación de actores de Ulises Dumont? No te olvides de dejar tu coementario.

Charla on line

¿Cuál es tu sueño cinéfilo?

¿Qué película te gustaría ver? ¿Alguna remake? ¿Una continuación? ¿Una adaptación? ¿La biografía de algún personaje?

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13 de noviembre – Día del Pensamiento Nacional


Un pequeño homenaje para el gran Arturo Jauretche.

Por Diego M.González


Oligarca. Medio pelo. Tilingo. Palabras que parecen tan de ahora, pero que fueron acuñados hace más de 50 años por un pensador cuyos análisis de la sociedad argentina siguen tan vigentes como su vocabulario. Pero como en los cierres de redacción de cualquier diario, llegamos al deadline (palabra que Arturo la denostaría) con la lengua afuera. Por eso la urgencia: que el tiempo no nos impida rendir este humilde homenaje al gran Arturo Jauretche.

Este descendiente de vascos nació en esta misma fecha pero en el año 1901 y murió en 1974. Creyente fervoroso de los movimientos de masas populares, fue un defensor acérrimo de las ideas de Yrigoyen y Perón, sin ser obsecuente ni verticalista sino independiente y con mirada crítica sobre los mismos. Militante empedernido de las cuestiones nacionales, escribió una larga lista de libros imperdibles, en especial sus clásicos El medio pelo en la sociedad argentina, Los profetas del odio y Manual de Zonceras Argentinas. Mezcla de político, sociólogo y filósofo de la calle, Jauretche es, como Raúl Scalabrini Ortiz, una de las mentes mas brillantes que ha dado a luz esta nación.

Además de popularizar expresiones como cipayo, vendepatria y la trinidad citada arriba, introdujo los términos colonización pedagógica y superestructura cultural, entre otros.
Sus ideas fueron de una claridad tal, que hoy cobran una total actualidad y sobre todo, una incuestionable vigencia.

Para muestra, unas breves transcripciones sobre su visión acerca de distintas cuestiones:

Sobre medios de comunicación

“…creen que la libertad de prensa es de los que tienen millones de pesos para disponer, con exclusividad, del espacio periodístico para injuriar. Y que los que no tienen millones no puedan contar con los espacios periodísticos para defenderse. Así, la libertad de prensa es una libertad para millonarios…”
“…linda libertad de prensa, ese monopolio de la injuria, de la información deformada, de la doctrina extranjerizante, del juicio malicioso, que bajo el denominador común de ‘libertad de prensa’ le cerró el camino al auténtico pensamiento popular que ha tenido que defenderse por la transmisión del boca a boca, por el panfleto, por el volante y por el periódico precario...”
“…el periódico depende, en cuanto es empresa poderosa, en primer término, del grupo financiero dueño de su capital, en segundo término de los avisadores y en su conjunto, de la estructura económica que domina, dirige y orienta la estructura social y política vigente en el país que aparece…”

Sobre la clase media

“…el medio pelo es un sector social que no es ni la oligarquía ni la aristocracia. Es el sector del ‘quiero y no puedo’. Esta pobre gente que gasta la mitad de sus entradas de dinero en gastos de representación. Es un drama terrible, desde aquí, hasta San Isidro…drama espantoso de gente que manda a los chicos a colegios pagos, tiene automóvil y para comer le queda poco. Entonces les da rabia porque los obreros comen mucho porque no tiene otros gastos. Les da rabia porque los burgueses gastan y tienen plata y les da rabia porque la aristocracia no les da bolilla…”

“…¿cómo distinguir a un tilingo? En una mesa de café hablan de fútbol, de carreras, de política, de economía y cuando tocan estos últimos temas, nunca falta, entre ellos, quien diga: ‘lo que pasa es que los obreros no producen’. Ahí está el tilingo…éstos representantes de la tilinguería son los que, ante la menor dificultad, califican al país: este país de m…., colocándose fuera del mismo, a los efectos de la adjetivación. Y la verdad es que el país lo único que tiene de eso, son ellos: los tilingos…En la medida que el tilingo asciende socialmente, pierde conciencia de su propia realidad, olvida sus orígenes proletarios y de bajos recursos, se queda en medio pelo y , en consecuencia, lamentándose e imitando a la clase alta…”.


Sobre el campo


“( acerca de la frase de moda en los círculos antipopulares: ‘el obrero no produce’)…Este fenómeno no es puramente urbano, porque ocurre en gran parte del campo argentino. ¡Cuántos estancieros no son mas que meros rentistas, ya tengan sus propiedades arrendadas o las exploten directamente desde sus cómodos domicilios de Bs.As.! Porque no se puede hablar de productores agrarios cuando se habla de un señor que tiene mil o dos mil hectáreas de campo, con su ganado y visita su campo una vez cada quince días, echa un vistazo y se vuelve a Bs.As., donde, con la producción de ese campo, tiene un lujoso departamento en la calle Juncal o Arroyo, tiene automóviles y mantiene su casa, a sus padres, al propio matrimonio y varios hijos, sirvientes, escuela paga y largos veraneos. La verdad es que este señor trabaja muy poco y que toda la estructura económica en que reposa se construye sobre el trabajo de dos o tres peones, de preferencia solteros, por cada mil hectáreas de campo…”.

Sobre la mirada hacia América.

“…Hoy, donde la intelligentzia ve demolición, en realidad hay construcción. El color americano que el cabecita negra llevó a las calles de Buenos Aires es la reconquista, para América, del país europeizado y que anda en la búsqueda de su propio rostro. Hubo un mapa de la vida en los tiempos de la Independencia. Y hay un nuevo mapa de la vida que ese está dibujando en esta independencia nueva que integrará a aquella, pero su contorno sólo pueden dibujarlo quienes se liberen de la Argentina-Europa y empiecen a pensar en Argentina- América…El conflicto entre los que ven la crisis argentina como una crisis de decadencia y los que la vemos como una crisis de crecimiento, consiste en que nosotros vemos definirse el rostro americano del país, donde ellos – la intelligentzia- ven disolverse la máscara europea…”.


http://www.youtube.com/watch?v=VdeyODTe5VA
¿Conoces la obra de Jauretche?

Cine-debate :

Citizen Kane y los medios de comunicación



A partir de la película de Orson Welles y considerando la visión de los medios que presenta el film, proponemos las siguientes preguntas para arrancar el debate:
  • ¿Por qué Citizen Kane está considerada la mejor película de la historia?
  • ¿Es necesaria la nueva Ley de Radiodifusión para romper con los monopolios mediáticos?
  • Conociendo la historia del diario Clarín ¿por qué es el diario de los argentinos?
  • ¿Son los medios de comunicación el nuevo partido de la derecha?

    !Qué empiece el debate!

Fútbol y literatura

Por Nahuel A. Billoni



La promocionada edición del libro del Bambino Veira hizo que el autor haga un breve repaso por la literatura sobre fútbol y se permite dar algunas recomendaciones.







1. Cada vez que se quiere acercar la literatura a las masas se hace alusión a la literatura futbolera y se la utiliza como herramienta. Entonces surgen los nombres de Osvaldo Soriano y Roberto Fontanarrosa. Ambos escritores han realizado una obra que cuenta con varios cuentos que tienen relación con el fútbol y, ¿qué mejor que el deporte más popular como nexo entre los libros y la gente?
Este pensamiento pude producir dos lecturas: la primera, el hecho valido de buscar una literatura con gancho para atrapar a posibles lectores; y segundo, subrayar el aspecto popular de ciertos escritores, para después descalificarlos como géneros masivos, de fácil lectura y bajo nivel intelectual – ¡qué mejor que esto para las masas!, exclamara el intelectual o el funcionario cultural de turno- .
La intención aquí es otra: revalidar –si fuese necesario- la literatura futbolera. Rescatar el placer y el entretenimiento que nos brindan.


2. Soriano y Fontanarrosa, además de ser grandes narradores de historias, tuvieron la habilidad y el talento de transmitir como pocos la pasión del juego de la pelota. A partir de jugadores, referís, goles e hinchas construyeron una obra por demás interesante.
Soriano fue el primero que trató el tema en sus cuentos y artículos. Podemos recomendar los Cuentos de los años felices, recopilación que cuenta con los mejores relatos sobre la pelotita: El hijo de Butch Cassady, Final con los Rojos en Ushuaia y Gallardo Perez, referí, entre otros. También, para fanáticos, la recopilación Memorias del Mister Peregrino Fernández y otros relatos de futbol, que contiene las crónicas que publicó en Pagina 12 sobre el personaje del título, un entrenador que recorrió el mundo dirigiendo diferentes equipos.
El rosarino tiene más de medio centenar de cuentos que hablan de fútbol. Unos más buenos que otros, pero todos graciosos y contados de forma magistral. Pero hay uno –esto es subjetivo, claro esta- que presenta todos los condimentos necesarios para ser el mejor cuento: 19 de diciembre de 1971. La historia del secuestro de un hincha canalla por parte de la barra de Central es extraordinaria. Un pobre viejo es raptado porque se dice que estando presente el equipo no perdió nunca. Recomendado.


3. El tapado: Roberto Bolaño. El escritor chileno escribió un cuento llamado Buba que esta en el libro Putas asesinas. Hay fútbol, magia, latinoamericanos y la particular narración de uno de los mejores escritores de los últimos cincuenta años. Un gran escritor, un gran cuento. Segunda recomendación.


4. También se puede ver al fútbol desde otra perspectiva. Eso hicieron en sus ensayos Juan José Sebreli y Pablo Alabarces. El primero realizó uno de los trabajos más críticos sobre este mundo de este deporte: La era del fútbol. Puede criticarse el poco conocimiento sobre el juego en sí, pero el análisis que realiza desde distintos tópicos (medios, violencia, eros, política) es excelente.
Crónicas desde el aguante es el libro de Alabarces. A partir del estudio sobre el comportamiento y la evolución de las hinchadas en Argentina, presenta un análisis muy interesante que permite elaborar una reflexión sobre los cambios en la sociedad argentina, desde el fútbol a la política, pasando por el rock.


5. Y si estamos hablando de fútbol, vamos a citar a tres grandes libros que hablan de fútbol escritos por especialistas.
Enrique Macaya Márquez es el autor de Mi visión del fútbol. Aquí el conductor de Fútbol de Primera repasa grandes equipos (formaciones tácticas, integrantes), mundiales (desde el 58 hasta el 98), anécdotas y se permite el lujo de hacerse una entrevista a sí mismo.
En su libro Macaya cuenta una historia muy linda: cuando era chico vivía en la misma calle que Alfredo Distefano (unos de los cracks más importantes de historia, por si usted no sabe) y jugaban picados juntos. En muchas ocasiones, el futuro periodista no le pasaba la pelota al promisorio jugador. Tiempo después, ya de grande, relata que sueña que vuelve a jugar el partido y todos recriminan el hecho de no pasársela a Distefano , él se pone nervioso y se castiga a si mismo por el atrevimiento.
Ser jugador es el titulo de la autobiografía que publicó el ex jugador Roberto Perfumo. Es una lección del mariscal y esta repletó de anécdotas muy graciosas, como la vez que cuenta que enfrentó a Maradona y lo recibió con una patada acompañada del clásico y autoritario “levántate pibe”.
Juvenal, fue –y es- uno de los referentes del periodismo deportivo escrito. Sus notas en El Gráfico eran seguidas por miles de hinchas-lectores. En Fútbol en el alma, están varios de esos artículos que transmiten la belleza que se puede encontrar en este deporte. Leer el relato sobre la final de la Copa del Mundo del 78 y los goles de Kempes, marcan la visión y la ternura de este periodista.


6. Existen infinidad de libros recomendables que hablan sobre fútbol: El terror y la gloria de Albert Gilbert y Miguel Vitagliano , Fútbol al sol y sombra de Eduardo Galeano, Los cuadernos de Valdano, Las crónicas del Angel Gris de Alejandro Dolina, entre otros.


7. También hay textos que no están íntegramente dedicados pero el tema aparece en sus páginas. En Sobre héroes y tumbas –Ernesto Sábato-, un personaje cuenta que un jugador tenía el conocimiento exacto e infalible para meter goles, pero no practicaba este método porque sino sería muy aburrido y se perdería la magia. Hasta Manuel Puig en La traición de Rita Hayworth toca el tema: uno de los protagonistas sueña con jugar en la primera de River.
Y podemos agregar a José Pablo Feinmann que en uno de los ensayos de El mito del eterno fracaso, titulado Los mundiales de fútbol, realiza una de las más lucidas miradas sobre el mundial 82 y lo poco que podía significar ganarlo dada la Guerra de Malvinas.


8. Hace unas semanas salió Bambino Veira, personaje de Buenos Aires. La publicidad inundó las canchas y el ¿técnico? apareció por infinidad de programas de televisión. No leímos el libro pero ya sabemos que vamos a encontrar: chistes, anécdotas y nada sobre ese tema.
No pensemos que la literatura futbolera se reduce a eso. Como hemos señalado existe mucha, variada y buena, que esta alejada del estereotipo de libros hechos como productos para la venta masiva y sin ningún merito.
Este tipo de literatura cuenta con valores muy interesantes: es entretenida y refleja. como pocas, aspectos de la cultura argentina.
Desde ya que existen obras que serán ilegibles, mal escritas y repletas de observaciones absurdas.
Yo prefiero quedarme con los otros y nunca renegaré de esos libros que me hicieron pasar por muy buenos momentos -Don Niembro-


¿Qué libros recomendas? No te olvides de dejar tu comentario.

¿Quién dijo que todo esta perdido?

El teatro comunitario es uno de los hechos más interesantes que se han producido en la Argentina en los últimos años. combinando la cultura, el arte y la actitud política.


Por Anabella Nieto


En las últimas portadas de los diario argentinos podemos encontrar titulares como el siguiente: Los mercados bursátiles del mundo volvieron a temblar por los temores a una desaceleración global de la economía y, en ese contexto, la Bolsa porteña se hundió 12,14 por ciento.; así anuncian la crisis que atraviesa al mundo capitalista y que afecta hasta el lugar más recóndito de nuestra querida aldea global.

Ya desde los últimos años del siglo pasado, los avances de la ciencia y de la tecnología permitieron que las relaciones entre los diferentes lugares del mundo se hicieran más cercanas. La vinculación intercontinental, la mundialización, incide no sólo en el campo económico, sino que en todas las dimensiones de la sociedad. Sus consecuencias también son terriblemente globales: sociedades estructuralmente dualizadas y divididas; avance del darwinismo social: una guerra irrefrenable de todos contra todos; imperio del mercado como forma dominante de la regulación social; construcción de un estado mínimo frente a los derechos sociales de las mayorías, aunque fuerte y autoritario para definir estrategias a favor de las minorías que controlan el poder económico, etc, etc…

...este modelo de vida que se nos ofrece como gran orgasmo de la vida, estos delirios del consumo que dicen ser la contraseña de la felicidad, nos están enfermando el cuerpo, nos están envenenando el alma, nos están dejando sin casa: aquella casa que el mundo quiso ser cuando todavía no era
Eduardo Galeano.

Un mundo prometido a la individualidad solitaria, a lo provisional a lo efímero, al pasaje; marcado por la transculturación que convierte las diferencias en homogeneidad, borra los rasgos distintivos de las culturas produciendo la pérdida de identidad y de capacidad de crear frente a la avalancha de modas y objetos culturales importados. En él nos ubicamos como átomos anónimos, perdiendo, de esta manera, el rol de individuo moral y políticamente comprometido que toda sociedad requiere.

A pesar de todo ello, ¿quién dijo que todo está perdido?, nos gritaría Fito.

Ciertas tendencias nos ayudan a alimentar nuestras esperanzas de que el cambio es posible. Desafiando las políticas impuestas, los pueblos buscan caminos para levantar alternativas. Esos caminos son múltiples y diversos.

Analicemos este fenómeno de resistencia popular desde una actividad artística como es el teatro comunitario.


En octubre, más de treinta agrupaciones de teatro comunitario de todo el país presentaron sus espectáculos en plazas, teatros y espacios culturales de la ciudad con motivo de la celebración del VII Encuentro de Teatro Comunitario. Tuve la posibilidad de concurrir a algunos de esos espectáculos y pude constatar que todavía existe un lugar para el encuentro con el otro, un encuentro fundado en el compromiso y el respeto, y no en el interés. Un espacio definido por la identidad común, relacional e histórica. Un lugar de denuncia, pero también, y sobre todo, de praxis. Quizás, un breve repaso por la historia de la conformación de estos grupos y de su organización nos aporte más datos; pero nada más efectivo para comprender la esencia de esta actividad como el ser parte de sus presentaciones, como espectador y, en especial, como miembro del grupo.

Son dos los momentos históricos sociales que indujeron a los vecinos a juntarse para contar sus historias: hacia finales de la última dictadura militar y a partir de la crisis del 2001. Así, el teatro comunitario se crea como producto de la necesidad de un grupo de personas de determinada región o barrio de reunirse, agruparse y comunicarse; pero también como una experiencia en pos de "recuperar la vida de los barrios", perderle el miedo a la calle y transformarla de nuevo en espacio vital y público. Por ello, estos grupos marcan su territorialidad en las plazas, espacio naturalmente público, de reunión y encuentro de vecinos, así como también de contacto directo con la realidad: ésta se hace presente allí sin ningún disfraz.
Este tipo de teatro posee la característica de ser un hecho colectivo: es un trabajo en equipo en el cual las individualidades se funden en el colectivo del grupo. Pero, además, la riqueza del grupo se encuentra en la diversidad de sus integrantes, ya que se incluyen vecinos de diferentes generaciones, oficios y ocupaciones, y de diferentes extracciones sociales, aportando sus experiencias particulares.



Ofrecen, generalmente, espectáculos libres y gratuitos (con lo recaudado al pasar la gorra y generando sus propios recursos a partir de aportes de sus integrantes, periódicos barriales, etc. se autogestionan; algunos grupos reciben subsidios); de esta manera, esos espectáculos llegan a un gran sector de la población, contrariamente a la mayor parte de la oferta teatral de nuestra ciudad a la que sólo pueden acceder reducidos fragmentos sociales o VIP.

Los grupos están coordinados por un director elegido por los mismos integrantes. Es habitual que este coordinador posea ciertos conocimientos y técnicas teatrales que serán completados por las experiencias y saberes que cada miembro trae y comparte con el grupo. En la práctica del teatro comunitario son claves los juegos, las improvisaciones de escenas y el canto comunitario.

Historias de sus barrios, de los personajes más frecuentes, de sus instituciones, de sus problemáticas, se hacen presentes en las letras de las canciones. Así, los temas que nunca faltan son los de la memoria, la identidad, la crítica a la opresión que los poderes producen sobre el pueblo, y sobre todo la esperanza, la apuesta en el poder transformador de lo social que aporta el teatro comunitario. De esta manera se evidencia el rol social que asume el teatrista comunitario, al posicionarse como protagonista responsable de los acontecimientos, concibiéndolos como hechos histórico-sociales y no naturales e inmutables.

En este mundo colorido y festivo que nos presenta el teatro comunitario, que llegó hace más de veinte años para florecer de la mano de vecinos de diferentes barrios, “la clave es crear un marco en el que podamos soñar para adelante; y para eso tenemos que ir hacia atrás en nuestros imaginarios colectivos quebrados.” (Ricardo Talento, Director del Circuito Cultural Barracas)

No será tan fácil,(…) no será tan simple como pensaba.”



Habrá trabas, porque el arte, la creatividad, la política (centro de toda manifestación popular) son actividades subversivas, incomodan a aquellos pocos que pretenden moldearnos a imagen y semejanza de su discurso único; y ello es perfectamente constatable si recordamos lo sucedido con la cultura y la educación en los gobiernos de facto y en los de reajuste estructural de la historia de nuestro país.

No encontré un mejor final para este humilde informe que una canción que todos los grupos de teatro comunitario cantaron colectivamente en ocasión de la fiesta de apertura. Es toda suya:

Somos navegantes de un futuro hechos con retazos de memoria. Buscadores de tesoros escondidos en las páginas ocultas de la historia. Un viento de sueños compartidosnos junta pero no nos amontona. Distintos corazones y un latido y así la soledad se desmorona.
¿Conocías el teatro comunitario? ¿Qué opinas de estas experiencias? No te olvides de dejar tu comentraio.

Debate:

¿Qué es saber de cine?



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Flagelo Rosa

Por Serra



Medios de comunicación: de métodos, de iluminados y de máquinas de gobernar.

Por Diego Martin González







¿Cómo seguir leyendo los grandes periódicos nacionales sin asombrarse del grosero manipuleo de la información? ¿Cómo permanecer impávido en la escucha de los programas radiales cuando toda afirmación de los respetables comunicadores sociales es una sentencia favorable hacia los intereses del grupo empresario de turno? ¿Cómo no reaccionar frente a la explícita discriminación racial en los discursos de estos locutores, resurgida obscenamente a partir del lock-out campestre?


Otra vez imponen el nefasto esquema sarmientino “civilización o barbarie”. Otra vez quieren el país para pocos, para la élite. Antes, las “patas en las fuentes”, después, “por algo será”; ahora negros que cortan la ruta por los planes vs. Gente de bien reclamando por sus intereses afectados.

En estos momentos de pleno terrorismo mediático, instalado definitivamente a partir de la reaparición de la gauchocracia, se nos quiere imponer una realidad distorsionada y ejercer una dominación de pensamiento a través de discurso vacíos de contenido pero no de ideología (Tinelli, programas de chimentos, publicidades que exacerban el consumo, etc.). Ejemplos sobran: desde la elección de las noticias de tapa del "gran diario argentino" o hasta el bombardeo de noticias que le importan a la "gente" a cargo de Todo Negativo. Esta imposición del discurso único, se logra, entre otros motivos, gracias al disciplinado trabajo de algunos periodistas independientes de los grandes medios de comunicación, otrora progresistas (Tenembaum, Zlotowiazda, Lanata, Caparrós) sumados a los clásicos voceros de la derecha ilustrada.


A decir de Nicolás Casullo, hemos perdido la batalla cultural, es cierto; pero esta derrota, además, termina de consolidarse gracias al aporte de algunos verborrágicos políticos (también conocidos como los Grandes Conocedores de la Verdad). Fernando Solanas, Vilma Ripoll, Claudio Lozano y Eduardo Buzzi, por nombrar algunos, se destacan por erigir, atento a su profunda convicción marxista (de clase media, obviamente), discursos que contienen, ante todo, un feroz odio hacia un gobierno peronista que, con errores y a los tumbos, intenta regenerar en estos últimos años algún tipo de matriz popular. Lo que queda claro es que ese odio profundo los coloca en la misma línea que nuclea a todo el gorilismo vernáculo.


En definitiva, esta unión de intereses no hace más que revivir las coaliciones cívicas de 1946, 1955 y 1976, espacio donde confluyen hombres y mujeres tanto de derecha como de izquierda, ejemplo de verdadera y proba ciudadanía.


En este estado de cosas, propongo una idea: darle trabajo a cualquier hacker desocupado para que invente un emulador de gobierno de país y dárselo a estos señores para que nos demuestren cómo llevar adelante una nación con toda la archiconocida pesada carga a cuesta: deuda externa e interna, patronales sojeras, empresas privatizadas en estado de abandono total, empresas multinacionales, militares, la Bonaerense, sindicatos burocráticos, provincias feudales, clase media reaccionaria, etc.,etc.,etc. Eso sí, a condición de que si fracasan en el intento se dediquen sólo a dar charlas enfáticas a jovenzuelos ávidos de palabras revolucionarias, dictadas en algún cafetín perdido de universidad.



Game Over.








¿Cuál es tu opinión sobre los medios de comunicación? No te olvides de dejar tu comentario.

Editar es poder

Por Maitena Minella
En los últimos años han proliferado lo programas sobre la televisión, y quizás el más emblematico sea TVR, por esto la autora se detiene en este ciclo. A continuación una crítica sobre el programa conducido por Gabriel Schultz y Sebastián Wainraich.
La conocida Televisión basura compuesta, según el momento, por Karina Olga, Graciela Alfano y su novio, Nazarena Velez, etc., las peleas en el programa (Bailando, Patinando- proximamente Nadando!- Y todo por un sueño!) de Marcelo Tinelli (#) y el resto que vive del show, lo podés ver cada sábado a las 22.00 hs. en el canal del sol.
TVR reproduce para todos los que se perdieron los programas de la tarde (léase Instrusos en el espectáulo Los Profesionales de siempre, o la repeticiones en Magazine con Lucho Aviles y el Teto Medina!) de todo ésto que ocurre a la hora del té.
Entonces, el programa de Gvirtz, pega duro a éste tipo de televisión, pero llena sus dos horas con ésto. Comen de Pergolini, Sofovich, Rial, Majul, etc., y encima te dicen; “Ojo, pero ésto que estamos pasando es una bosta que baja la calidad”. ¿Y entonces para qué lo mostrás?!!!
Lo que más me molesta es que se ubican en un escalón más alto y miran desde ese lugar a la televisión, no se dan (o sí) cuenta que es un programa más, dentro de la mugre que ellos tanto critican, creyéndose progres.TVR se encarga de marcar las contradicciones de las Vedette de turno y de los politicos, como si éstas, tengan la misma importancia, y por otro lado, te muestra las contradicciones anulado al espectador los contextos en que están. Opera a favor o en contra de quien sea. Pegan al enemigo en vigencia, bajan su línea, lo cual no es incorrecto, salvo cuando no nos aclaran los motivos por los cuales omiten alguna imagen de archivo
La idea de TVR es muy simple y económica: buscan y graban todo lo que sucede durante la semana y luego editan ( dan enfásis a una imagen y ponen una musiquita que emocione y que llegue). Buscan a un invitado y todo lo que opine éste es motivo de aplausos y gritos, generado por dos o tres asistentes de producción que levantan las manos.
Igualmente, la edición, por más que critique sus intenciones, es impecable, lástima por lo dos proyectos de conductores, hacen agua.
La verdad es que se mete en el mundo de la televisión, espían para contarnos todo con su mirada, irónica y soberbia, son parte importante de ésta televisión que tanto dicen criticar.
No genera, reproduce. Muestra, como ellos quieren.
En fin, TVR es más de lo mismo, es un Copy / Paste bien hecho.


(#) Vale aclarar que no hacen ni una sóla critica al programa de Marce, lo hacen quedar como si fuera un programa de Canal Encuentro.




¿Qué opinas sobre TVR? No te olvides de dejar tu comentario.

Un instante de poesia


La Memoria


Por Ana Minella



Absuelto de las máscaras que he sido
seré en la muerte el total olvido.
J. L. Borges.




Escribo, para cuando mi sangre sea memoria
en el presente de otros.

No quiero tumba, fotos, flores,
quiero un nogal (o un naranjo, aún no lo decido)
bajo el cual se transformen en raíz mis huesos,
que su ceniza cósmica sea alquimia y nervadura
cada primavera.

Quiero que se pregunten qué clase de mujer fui,
si supo dar calor y amparo.

Necesito saber que en la vida de los que amé,
mi huella se adaptó, testimonial y única,
a su huella.

Quiero ser la mirada que, en los hijos de mi hijo,
descubra la maravilla y el misterio
y la voz
que permita contar
el tiempo fecundo que contienen
todas las semillas.

Y entonces morir
no será dolor ni partida, si no
volver a las aguas sagradas
de las tribus que me precedieron,
un tiempo único
dentro del cual,
la posibilidad
del amor y las transformaciones
también suceda.

Y así
absuelta de las máscaras que he sido,
no existirá
el total olvido.

Batman: el riesgo de romper los códigos.

Por Nahuel A. Billoni.


El estreno de Batman: El caballero de la noche, permite al autor hacer un breve análisis sobre este género cinematográfico y marcar como la película de Nolan asume riesgos que no es común encontrar.


En los últimos años los films sobre superhéroes han inundado la pantalla, varios iconos del comic tuvieron su película. Diferentes entre si, desde la estética hasta la concepción del héroe, este género sufrió un cambio interesante, que devino en una división entre dos tipos de films, uno de carácter realista y otro, de corte fantástico. En el primer grupo encontramos a Batman Inicia y Superman regresa; en el segundo a Los Cuatro Fantásticos y Ghost Rider.
Las películas fantásticas mantienen la línea de los viejos films: buenos y malos definidos, pocas explicaciones, mucho impacto e historias que sirven de excusa para mostrar los poderes del héroe de turno (entiendase efectos especiales).
En cambio, en las películas realistas presentan un nuevo panorama bastante diferente. Empecemos por aclarar que cuando decimos films realistas hacemos referencia a la visión que presenta la obra sobra sus personajes e historias, a la construcción de esa realidad ficticia. Aquí se intenta buscar una explicación racional (humana) a la conducta de los personajes, ante todo son personas que tienen conflictos.
La película que llevó este concepto hasta el extremo es Batman: El Caballero de la noche. Además de ser un gran film, es una obra más ligada al policial negro que al mundo de la historieta. Antes de compararla con el Batman de Burton hay que compararla con El Padrino de Coppola, Barrio Chino de Polanski o Fuego contra fuego de Mann.
Acá la visión se torna tan oscura que llega un momento en que ni el propio Batman se salva. Como los hechos se presentan desde una realidad cercana, no podemos dejar de pensar en que es un parapolicial, con ideas autoritarias y violentas: Nolan no se preocupa por construir un héroe clásico y es un riesgo que vale la pena aplaudir.


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Flagelo Rosa


Por Serra.


Pastillas musicales

Por Diego González



A continuación una serie de reseñas sobre los ultimos lanzamientos en el mundo de la música, que también puede ser leída como recomendaciones del autor.

Un mañana – Luis Alberto Spinetta. * * * * *




Y sí, el Flaco lo hizo de nuevo! El mejor disco de la supuesta trilogía iniciada con Para los árboles y Pan, conectividad al Spinetta Jade modelo ’81, hermosísimas armonías y la poética de siempre para seguir disfrutando al mas lúcido músico del rock argento.
Imperdible: el groove de Preso ventanilla, la belleza contenida en los 3 minutos de No quiere decir.

Quebrado – Pedro Aznar. * * * * *


La obra mas power de toda su carrera solista. Doble disco donde en el primero suelta su correa rockera matizada con la suavidad de sus melodías clásicas y en el otro homenajea a todas sus influencias, desde Beatles hasta Yupanqui, pasando por Spinetta y Nick Drake.
Imperdible: Credulidad, el cover de Pescado Rabioso, y la versión al español del temazo de George Harrison Isn’t It a Pity?

Momofuku – Elvis Costello & The Imposters. * * * *

El nuevo disco de la extensa discografía de Elvis Costello retoma los mejores momentos de la new wave y los mixtura con las cadencias jazzísticas que viene incursionando en los últimos años. ¿El resultado? Un álbum maduro y exquisito, donde se destaca la voz de Elvis en cuyos pliegues y dobleces se nota el paso de los años, ahí donde la voz comienza a cascarse pero que eleva aún mas la belleza interpretativa de cada una de las canciones del otro prodigio liverpoolense.
Imperdible: Costello, crooner en una boite, cantando Harry Worth; plena juventud en la apertura del disco, No Hiding Place.


Modern Guilt – Beck. * * * *

El jovén maravilla” de los 90s, cansado de las exigencias de la crítica de ser el abanderado de la modernidad en cada entrega musical, se calzó el traje mod e inició un viaje hacia los 60 donde los sonidos característicos de la mitad de dicha década sobrevuelan sobre cada una de las canciones, aparecen y desaparecen en distintos planos, remitiendo al período psicodélico de los Stones, Kinks y Who, entre otros. De todas maneras, la producción a cargo de Danger Mouse lo mantiene a flote de las sonoridades actuales.
Imperdible: el riff surfer-fuzz de Gamma Ray y las diferentes capas musicales que recubren cada canción.



Two men with the blues – Willie Nelson & Wynton Marsalis * * * * *


Dos grandes representantes de distintos géneros se juntan para darle forma a este espléndido álbum, donde revisitan grandes clásicos como Georgia on my Mind o Caldonia. La voz reposada de Willie Nelson le cede paso, en cada canción, a la clásica trompeta de Marsalis, como si ambos hubiesen sido blueseros de toda la vida. Nunca mejor reflejada la frase “Jazz + Country = Blues”.
Imperdible: El inicio del disco con Bright Lights Big City, cual vieja banda de blues de Chicago; My Bucket’s Got a Hole in It nos transporta a los cabarets de la década de la Ley Seca.



Mágico corazón radiofónico – Banda de Turistas. * * * 1/2

Buen nombre y buen look para buen debut discográfico. Esta agrupación sub-21 se encarga de viajar al pasado, recolectar sonidos de la psicodelia, del beat y del folk campestre para llevarlos al futuro y mezclarlos con dosis de ambient/pop, con dejos de las clásicas melodías inglesas.
Imperdible: Todo mío el otoño sería el hit de Los Gatos modelo 08.

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Carta de guerra (cuento)

Por Gerónimo Reig



“Amor mío:
Si estás esto leyendo es porque que no pude cumplir con la promesa más importante que te hice en la vida, volver a casa. Quiero que sepas que no existe nada en la tierra que me importe mas que tí. Pero no puedo dejar de pensar en que yo soy el responsable de toda la tropa, y que las mujeres de cada miembro de ésta ansían ver a sus esposos tanto como tú a mí. Es por eso que hoy me vi obligado a tomar la desiciòn más desagradable de mi vida. Escribo estas palabras con terrible dolor y no por mí, si no por tí. Porque si estás leyendo ésto, me veo obligado a darte una espantosa noticia: no sobreviví. Esta noche comandaré una misión muy peligrosa, y quiero que sepas que no sacrifico mi vida en vano. Lo hago porque de mi desempeño esta noche depende la vida de toda la tropa. Y aunque deseo vivir por tí más que nada en el mundo, jamás podría soportar hacerlo sabiendo que dejé morir a quienes me ayudaron a llevar los días más horribles de mi vida, los días de ésta asquerosa guerra. Te amo como nunca amé nada en mi vida. El sólo hecho de que te haya conocido lo justifica todo. Te amo, mi vida. Ojalá las cosas no hubiesen sido asi, lo siento. No quiero que llores por mí eternamente. Yo siempre estaré a tu lado, junto con Dios. Quiero que vuelvas a ser feliz, que te cases nuevamente y que tengas hijos. El tiempo que vivimos juntos nunca nada podra deshacerlo. Y el futuro depende de nosotros. Yo te ayudarè a construirlo aunque ya no puedas verme. Te amo”.


Cuando Marcos terminó de escribir su carta de despedida, estalló en llanto. Nunca había llorado tan fuerte y jamás se había sentido tan mal. Cada lágrima era un doloroso desgarro. Y aunque era cierto que ésa noche arriesgaría su vida en una peligrosa misión de rescate, Marcos no lloraba por su inminente muerte. Lo hacía porque deseaba que la destinataria de su carta hubiese sido real, que hubiese existido.


Fin




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Raymundo Gleyzer: La mirada-puño.

Por Diego M. González



¿Quién es Raymundo Gleyzer? ¿Por qué querés escribir sobre él? ¿Te parece todavía relevante? Estas fueron algunos de las preguntas que me hicieron cuando empecé a hablar sobre Gleyzer. A medida que me fui internando en su obra, mi pregunta era otra: ¿por qué un cineasta tan brillante y tan comprometido había sido relegado, hasta olvidado, por nuestra cinematografía? La “mirada-puño” de Gleyzer irritaba a muchos nexos de poder tanto autoritarios como populares en su momento. En tiempos de la muerte de las ideas (según el posmodernismo de los ’90), su mero credo – abiertamente ideologizado – también parece incómodo: "...crear imagen, convencer, analizar, plantear, mostrar, ejemplificar... concientizar, concientizar, concientizar..." Un adagio de los '70 decía que a los héroes no se los lloran, se los reemplaza. En el caso de Raymundo Gleyzer, a más de 30 años de su desaparición, todavía esperamos por ese reemplazo.


La realidad quema
La búsqueda de un mundo mejor está presente desde su primer cortometraje, La tierra quema (1963), que cuenta la historia de una familia campesina que huye de la sequía y al hambre del sertão del nordeste brasileño. Dura apenas 12 minutos, pero se destaca su estilo cortante y seco, y fundamentalmente, algo que después se volvería la característica absoluto del cine de Gleyzer: la denuncia.
Ahondando en el cine etnográfico, Gleyzer convoca su ex-profesor de cine Humberto Ríos como fotógrafo y viaja a Córdoba donde en 1965 realizan dos cortometrajes documentales: Ceramiqueros de Tras la Sierra y Pictografías de Cerro Colorado.
Profundiza este estilo de documental a fin del mismo año cuando comienza el primero de dos trabajos con Jorge Prelorán: Ocurrido en Hualfin (1965), que él define como "la historia de tres generaciones afectadas por el paso del peronismo". Comienza poco a poco a despuntar su visión marxista sobre el mundo y su desconfianza frente al peronismo, del cual dice "ha pasado y para estos descendientes de indios aymarás todo sigue igual".
Juntos realizan también Quilino (1966), pero la ideología explícita de Gleyzer choca de bruces con la de Prelorán, quien proponía una manera prístina, objetiva, “sin ideología”, de acercarse al actor social (aunque con el tiempo Prelorán admitirá estar equivocado en la pretensión de la "ausencia de subjetividad").
En 1966 Gleyzer empieza a documentar eventos en otro marco, como cameraman en Telenoche. Gracias a su habilidad, le dan notas especiales, y hasta consigue un permiso del gobierno británico para ir a filmar a las Islas Malvinas, convirtiéndose en el primer periodista argentino en filmar allí. Su modo de observación, como lo ha hecho con los artesanos, los campesinos y los matacos, hace que el film sea un retrato de la vida cotidiana de los kelpers, sin ninguna connotación panfletaria.
Se convierte en notero freelance, viaja mucho junto a su mujer, Juana Sapire (sonidista en todos sus trabajos), y los noticieros de Canal 13 le encargan notas de cada país que visitaba. Su nota desde Cuba en 1969 se vuelve la más conocida: la dirección del noticioso demora en sacarla al aire, ya que la nota, editada por Gleyzer antes de enviarla a Argentina, comienza con la frase "Estamos acá, en el primer territorio libre de America Latina...".


“Una idea en la cabeza, una cámara en la mano” (Glauber Rocha)

Al viajar a México en 1970 convoca nuevamente a Humberto Ríos y filman el documental México: La revolución congelada, que denuncia el carácter burócrata que tomó la revolución mexicana después del gobierno de Cárdenas. Mezcla el recurso clásico de una voz en off que estructura las imágenes de archivo de la revolución con un uso novedoso de voces de trabajadores del campo. Éstas contrastan con los discursos vacíos y demagógicos del entonces candidato a presidente por el PRI en la visita a esos pueblos en medio de la campaña electoral. En la Argentina, pese a estar prohibida hasta el año 1973, el film provoca varias polémicas con todas las organizaciones peronistas que lo entienden como una crítica indirecta hacia el movimiento.

El cine como arma de contrainformación
Gleyzer ingresa a las filas del PRT-ERP y se dedica cada vez más a la militancia, ejercitando el uso de la cámara como manera de contrainformar. Los únicos trabajos que realiza con el apoyo exclusivo de esta organización son los Comunicados del ERP No 5 y 7 (1972), cortometrajes de 12 minutos donde se describen dos acciones hechas por la agrupación.
Inmediatamente después del fusilamiento de los presos de Trelew, edita un mediometraje con la declaración de prensa completa de tres integrantes de organizaciones armadas apresados en el aeropuerto seis días antes de que fueron fusilados. Consigue realizarlo clandestinamente gracias a un compañero del laboratorio donde revela el material: a este material le agrega una introducción y un final y el título Ni olvido ni perdón (1973).
Cada vez más comprometido con los acontecimientos políticos, Gleyzer planteaba un cine de respuestas rápidas y proyección clandestina debido a la represión del gobierno militar. Influído por el grupo Cine Liberación (liderado por Pino Solanas y Octavio Gettino y vinculado a la Juventud Peronista), Gleyzer funda el Cine de la Base, vinculado al PRT-ERP. En una época de plena ebullición política, Gleyzer era una usina de generar proyectos para poner la cámara al servicio de la revolución, sea en Argentina, Chile o Bolivia.
De a poco comienza a gestar su proyecto más ambicioso, Los Traidores, un largometraje ficcional donde describe la historia de Roberto Barrera, delegado sindical militante en la Resistencia Peronista, luego secretario general de su sindicato y posteriormente asesinado por una organización guerrillera. Combina, sin embargo, elementos de diferentes géneros, como el policial y el humor, culminando en una escena onírica digna de Buñuel o Fellini. Denuncia directa sobre la burocracia sindical, Los Traidores pone la cuestión del peronismo en el ojo de la tormenta, con intención de concientizar a los obreros y estudiantes peronistas de que la salida era el marxismo. La película apenas logra la calificación en la llamada primavera Camporista de 1973, luego comienza su derrotero de exhibición clandestina en sindicatos, villas miserias y universidades, entre otros ámbitos.
El último film terminado que dirige Gleyzer es Me matan si trabajo y si no trabajo me matan (1974), un cortometraje realizado en una fábrica donde los obreros realizan una huelga con olla popular debido a la muerte de muchos de ellos a causa del saturnismo (intoxicación por exposición al plomo).

...Esta soledad que pronto te va a matar / vas perdido por las calles que solías andar/ vas herido como un pájaro en el mar.../... no estás ciego si no ves donde no hay...(Noche de Perros, Serú Girán)

Su incansable militancia se acrecentaba tanto como el futuro negro que estaba por sufrir Argentina. A principios del 1976 es contratado para filmar en Estados Unidos, una buena posibilidad de hacer un dinero y de salir de la exposición frente a los grupos parapoliciales. Sus amigos insisten en que se quede en Norteamérica, pero decide volver a Argentina para visitar a su hijo y luego sí, marcharse a otro lugar.
Fue secuestrado el 27 de mayo de 1976, pasando a integrar la trágica lista de detenidos-desaparecidos bajo la última dictadura militar. Testimonios de algunos sobrevivientes del campo clandestino de concentración El Vesubio aseguran haberlo visto vivo allí, junto al escritor Haroldo Conti. Estos testigos dicen que Gleyzer ya estaba ciego a causa de la tortura. Para Raymundo habrá sido como la muerte misma: los asesinos conocían el poder de su mirada puno.

Epilogo
"...su postergada filmografía (es) dueña de una curiosa vigencia que supera largamente el marco histórico y político en el que fue realizada. Durante años Raymundo Gleyzer fue recordado y reivindicado como periodista... así figura en las listas del Nunca Más. Ese recuerdo fue justo pero también cómodo, porque ante todo Gleyzer fue cineasta y como tal eligió colocar su cine en el centro de algunos de los antagonismos argentinos mas urticantes." Fernando Martín Peña y Carlos Vallina, El Cine Quema, Raymundo Gleyzer (Ediciones de la Flor, 2000).


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Flagelo Rosa

Por Serra


Detrás de las paredes: arte y resistencia.

Por Nahuel A. Billoni

Quien resistirá (cuando el arte ataque)
L.A. Spinnetta
Las paredes son la imprenta del pueblo.
Rodolfo Walsh.


A partir de un hecho concreto el autor realiza un análisis sobre la importancia del arte como resistencia. Repasa una serie de casos en que este existió y produjo grandes obras artísticas.


En los meses pasados se inició un conflicto entre los estudiantes del Centro Universitario de Merlo, la Intendencia de dicha ciudad y la Universidad de Buenos Aires, a raíz de la intención de cerrar el establecimiento en el que se dictan clases correspondientes al Ciclo Básico Común. El problema surgió cuando el intendente de Merlo intentó interrumpir el funcionamiento del CUM debido al supuesto vencimiento del alquiler de las instalaciones. Si se llevaba a cabo la medida, miles de alumnos perdían el lugar en el que estudiaban y se veían obligados a cursar en otras sedes. La dificultad no sólo consiste en la reubicación, sino también en las consecuencias que lleva un cambio de sede: distancias más largas y aumento del gasto en viáticos.
En consecuencia, los alumnos tomaron la sede en señal de protesta y como única forma de asegurarse que no cierren el lugar cuando no se encuentre nadie. Las clases siguieron dándose y sucedió la curiosidad que un alumno se despertaba, guardaba las sabanas, limpiaba el aula y esperaba que llegue el profesor para el comienzo de la jornada.
Finalmente, se llego a un acuerdo: el Centro Universitario de Merlo funcionará hasta julio, es decir, se dictará el primer cuatrimestre para después cerrarlo en forma definitiva. También, la UBA prometió que buscará donde instalar la nueva sede en el oeste. Hasta el momento sería en Moreno.
Mientras el conflicto se desarrollaba, un grupo de artistas plasmó su visión del asunto en las paredes de las instalaciones, creando un mural que refleja la disputa que se llevó a cabo. La actividad que realizaron nos sirve para hacer un repaso sobre la importancia del arte como forma de protesta, actividad política y señal de compromiso. En otras palabras, la cultura como resistencia.


Muralismo: cuando las paredes hablan.

El muralismo nació en México a mediados del siglo XX y consistía en las obras que realizaban artistas en espacios públicos -para que todo el mundo tenga acceso- y contenían una gran carga política post revolucionaria. En ellas se emitían mensajes sobre la situación social y los momentos que atravesaba el país. Grandes pintores, como Diego Rivero y David Siqueiros, llevaron adelante este movimiento. Este arte popular, que no mostraba discriminación alguna, tiene un gran valor debido al compromiso que manifestaban los artistas. Parte de su importancia, era la de ser un arte público, sin ningún tipo de barreras para llegar a tener acceso. La carga simbólica que implica la actitud de estos realizadores sirvió como ejemplo para miles de artistas de todo el mundo.


Cine: mensajes en fotogramas
En el cine podemos encontrar varios casos donde el compromiso político y el arte fueron de la mano. En Argentina, en los años sesenta y setenta, hombres como Raymundo Gleyzer, Pablo Cedrón y Ezequiel “Pino” Solanas, realizaron obras cinematográficas de alta calidad con un mensaje político claro y directo.
En Los hijos de Fierro, Solanas cuenta la historia del peronismo a través de una analogía con el Martin Fierro. El protagonista de la obra de José Hernández -Perón- se encuentra exiliado y sus hijos –distintas ramas del peronismo: juventud, sindicalismo, etc. -tendrán la responsabilidad de traerlo de vuelta. Solanas comenzó la realización del film en 1973 con el apoyo del Instituto Nacional de Cinematografía y tuvo que concluir el rodaje en la clandestinidad en 1975, con dos actores asesinados por la triple A. Recién pudo estrenar la obra en la Argentina alfonsinista de 1985.
Aquí el cine es tomado como arma, como bandera en defensa de un ideal; y a la vez, como denuncia y alegato social. Solanas ya venía de la experiencia de La hora de los hornos, una película-manual-documental-educativa que fue realizada con la intención de proyectarla en villas, centros culturales y pocas universidades, siempre en forma marginal. La intención es la misma que la de Rivera y compañía: transmitir un mensaje por medio del arte.



Literatura: la pluma
En la literatura sobran ejemplos de obras que han sido señales de resistencia y, a la vez, piezas maestras de la literatura. Si nos concentramos en la Argentina encontramos varías, desde las más diversas posiciones ideológicas. Empezando por el Facundo de Sarmiento, que no era otra cosa que un ataque a Rosas a través del caudillo riojano, o El Matadero de Echeverría .
Varios años después, es imprescindible nombrar a esa gran investigación escrita de forma magistral que es Operación Masacre, de Rodolfo Walsh. El libro no sólo denuncia el fusilamiento contra los pequeños grupos de la resistencia peronista, sino que también instauró un nuevo género: mezcla de ficción, crónica e investigación. El escritor argentino se adelantó al Non Fiction de Truman Capote.
Los libros que mencionamos son apenas un par; por suerte existe mucha literatura que funcionó como resistencia, obras que plantaron una bandera por medio del arte.

Música
En la música argentina podemos nombrar a María Elena Walsh, León Gieco, Hugo del Carril y Osvaldo Pugliese. Son personas que han sabido combinar su labor artística y su compromiso político, ideológico y social.

Conclusiones
El hecho de que diferentes artistas asuman una postura es, desde ya, aplaudible. En estos días en que el negocio del arte oficial y privado impone unos límites muy claros, no dando lugar a las manifestaciones personales, es necesario reconsiderar el valor del arte popular como símbolo político, como un espacio independiente y libre pensante.
También es importante aclarar que un artista puede asumir una postura sin necesidad de tomar partido por alguna rama política. Sé que en la mayoría de los casos que citamos hay simpatías muy claras, pero esto no es una condición sine quo non.
Hoy son pocos los artistas que muestran inclinaciones; todos se encuentran sujetos a las reglas explicitas e implícitas que imponen las diferentes corporaciones. ¿O acaso los músicos pueden criticar a las multinacionales cuando se presentan en festivales que llevan el nombre de grandes marcas? ¿Es posible que escritores ataquen a los grandes medios cuando la mayoría vive de realizar columnas en ellos o de ganar los concursos que auspician? ¿Cuántos documentalistas que trabajan en televisión son totalmente independientes?
Por suerte, todavía hay artistas mediáticos –en el buen sentido- que mantienen una línea y un discurso y a la vez tienen abierta la puerta de los medios masivos. Por ejemplo, Ataque 77 siempre se manejo de una forma y pese al éxito siguió llevando adelante sus ideales: apoyó a diferentes ONG, a fábricas recuperadas y participó de varios festivales solidarios, que no fueron transmitidos a toda América latina y liderados por la mujer del hijo de un ex presidente argentino.
El arte público cuenta con varias ventajas: no esta sujeto a normativas ni imposiciones, no discrimina consumidores, es de libre acceso y es popular por excelencia. Hoy este tipo de arte podemos encontrarlo en las paredes, internet, radios y revistas independientes, centros culturales auto gestionados, músicos marginales y películas realizadas y difundidas fuera del circuito comercial.
La intención del artículo fue hacer un breve y arbitrario repaso de hechos en los que el arte funcionó como espacio de defensa. A partir de un mural detenernos a analizar cómo en momentos tensos e injustos surge la posibilidad de elaborar arte y utilizarla como algo que va más allá de la simple contemplación. Cuando esto sucede merece nuestra atención y nuestro respeto.


Nota: las imágenes pertenecen al mural que realizaron en el Centro Universitario de Merlo.

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Retenciones al cine nacional infantil.

Por Gerónimo Reig

Estamos en vaciones de invierno, que mejor momento para hablar de películas infantiles.


El día que tuviste que llevar a tu ahijado al cine a ver Papá se volvió loco, o Mi papá es un ídolo, o Un papá genial, o alguna otra película infantil nacional, te quisiste matar. Sin embargo, Shrek 2 fuiste a verla solo, sin ahijado ni nada. ¿Porque? ¿Tenés algún problema con el Cine Nacional? ¿Te quedaste en los 90 y creés que sólo lo importado es bueno? ¿Padecés un delicado conflicto psicológico sin resolver con tu padre y no podés ver ninguna película que diga “papá” en el titulo? ¿O se trata de una perversa desviación sexual que provoca un estimulo erótico cuando lo ves a Shrek? Si tu caso no es ninguno de los recién nombrados, entonces seguí leyendo.
Un tiempo atrás, cuando todavía era estudiante, un profesor de Guión me hizo notar algo. Me dijo que los guiones de las películas infantiles yankis eran los mas sólidos y mejor realizados. Desde aquel día hasta hoy, no paro de estar de acuerdo. Voy a hablar específicamente de las películas de animación digital norteamericanas, que en este momento son un gran porcentaje de las películas infantiles que producen. Estos films, que los niños disfrutan, son literalmente para toda la familia; es por eso que vos fuiste al cine solo.
No te sientas mal, a todos nos gustan. Están hechas en dos dimensiones: una para los chicos y otra para los grandes, y todo ocurre a la vez en cada escena. Si consideramos que hacer el guión de una película es un mérito, el guionista de este tipo de películas es un talentoso hijo de mil puta. La magia de esta técnica se encuentra en que casi nunca los grandes y los chicos se ríen de las mismas cosas. Estos films articulan paralelamente un humor inteligente con uno mucho más básico. También podemos sumar a este fenómeno dos factores: el hecho de que los chicos, cada vez más, nos pasan el trapo y nos explican los chistes a nosotros, y que cuando disfrutamos de una película y relajamos el espíritu crítico podemos reírnos como chicos del humor básico.


Creo que el mejor ejemplo para explicar esto es la tan esperada y exitosa película de Los Simpson. Quizás a muchos no les haya parecido gran cosa, pero creo que son muy pocos los que dicen que no les gustó. Elijo este film porque el grupo de seguidores de Los Simpson es probablemente más grande que el de los Rolling Stones y más diverso que el de Lost. A todos nos gusta la familia de Homero, exceptuando algún que otro enfermo que no mira el programa. Lo curioso es que a todos nos gusta por distintas razones. Los más chicos se ríen cuando Homero se golpea, los no tan chicos se ríen de las travesuras de Bart, otros se ríen con la estupidez de la sociedad americana, otros aprecian la crítica social, los pibes se divierten con las aventuras de Homero y yo hasta me emociono con los lazos familiares. Si a esto le sumamos que la película de los Simpson fue una de las más esperadas de los últimos años (teniendo en cuenta que la expectativa destruye cualquier cosa) creo que se puede decir que la película cumplió con su fin en forma más que satisfactoria. Tiene un poco de lo que cada grupo de seguidores quieren ver y NO, NO ES UN CAPITULO LARGO. El guión tiene un desarrollo y una complejidad que no se podría dar en ningún episodio semanal.
Otra película que me llamó la atención cuando la vi fue Toy Story 2. Además de ser muy buena, tiene una característica admirable: el hecho de que haya dos personajes iguales (Buzz Lightyear) y que nunca, ni por un segundo, se nos confundan. Uno de los protagonistas encuentra en una juguetería a otro modelo igual a él, que los acompaña en la travesía, pero tienen personalidades tan distintas que siempre podemos distinguir a uno del otro. Esto, que durante la película siquiera percibimos, también es un gran mérito del guionista y los realizadores.
Ahora, quizás podemos ir entendiendo un poco mejor por qué no disfrutamos tanto Un argentino en Nueva York. Las películas infantiles nacionales, en general, no tienen estas cualidades; no descarto el éxito que tienen con los chicos -que en definitiva es lo más importante- pero, de ahí no pasan. Hace poco vi Brigada Explosiva: Misión Pirata (incluso trabaje en la producción de la película como meritorio). Yo era fan de las antiguas películas de la Brigada Explosiva y desde chico había querido realizar una secuela. Pensaba en una película homenaje a las anteriores, que ahora algunos consideran Cine de culto. Al margen de esto, la nueva película de la brigada no es nada de esto; es una de las peores películas que vi en mi vida (la peor sigue siendo Batman y Robin). De todas formas, quiero aclarar que si yo tuviera ocho años me encantaría. Debe ser lo que me sucedió con las antiguas películas de la brigada porque, sinceramente, no estaban mejor hechas que esta.


Un punto muy importante a tener en cuenta en toda película es el mensaje. Si te ponés a pensar cual es el mensaje de Brigada Explosiva: Misión Pirata sólo vas a escuchar grillos. Voy hacer una muy injusta comparación usando como ejemplo la película Robots, otra de animación digital yanki. Esta pasó sin pena ni gloria; yo la enganche un día en la tele y realmente no lo podía creer. No es mejor que Shrek u otra de esas, pero posee un subtexto que de sub tiene muy poco y es increíble. En una sociedad de robots, la única empresa que fabrica repuestos para los diversos modelo de ciudadanos decide fabricar una sola línea de repuestos para que todos sean iguales, pero, a la vez, es muy cara para la mayoría. Los robots sin mantenimiento pasan a ser descontinuados y no sólo tienen problemas de salud a causa de la falta de repuestos, si no que además deben esconderse de unas siniestras maquinas que recorren la ciudad secuestrando a los robot descontinuados para llevarlos al desarmadero. ¿Les suena? La película hace apología de una revolución armada contra la opresión de una dictadura provocada por una corrupta multinacional que maneja el destino de una sociedad. Y esto es bien literal, porque pese a la sutileza que caracteriza a las películas infantiles la lucha cuerpo a cuerpo se efectúa igual, sin que veamos sangre ni muerte. No estoy exagerando, no se trata de una película de Terry Guilliam y, aunque suene muy terrible, no deja de ser una peli muy cómica y ligera de ver. Esto a mi me parece muy destacable. Seguro que los chicos no ven este subtexto, no deben notar nada extraño o diferente de cualquier otra historia. Pero si está aprendiendo, aunque sea conceptualmente, es mucho más interesante lo que va aprender viendo Robots, sin la necesidad todavía de saber los horrores de una dictadura real. Aunque tengo que reconocer que quizá digo esto sólo porque a mi me gusta mucho que las películas tengan ese tipos de subtextos.
¿Y Shrek? ¿Es sólo divertida? Para nada. Esta saga vino para reinventar un género que era una porquería y ahora, gracias al ogro verde, es buenísimo para que lo vean lo niños (¡que son el futuro, señora mamá!) Estoy criticando al famoso concepto de príncipe azul, otra porquería muy superficial. Quizás, en su origen no fue así, pero en los tiempos que corren eso es una mierda, lo que menos necesitan los chico es desarrollar el elitismo estético, de eso ya esta encargándose al resto de la sociedad. Y si piensan que soy muy dramático, pregunten a cualquier nena que mire Patito feo si prefiere al grupo de las populares (las buenas y feas) o al de las divinas (nenas lindas, malas y que bailan eróticamente); hasta ahora no encontré ninguna nena que banque a las populares. Vuelvo al tema. Fiona elije ser fea por siempre para quedarse con el monstruo al que ama; incluso teniendo la oportunidad de convertirse en humanos apuestos los dos, ella elije seguir siendo un ogro junto a su marido. Nada más digno que esto. Con decir que el hada madrina y el príncipe azul son los malos de la historia ya esta todo más que claro. Y, además, te re contra re cagas de risa.
En cuanto a nuestro cine, esta semana se estrena una nueva de Los superagentes, en la cual, las hembras deseadas son Sabrina Rojas y Florencia de la V. ¡Que lindo! Si alguno de mis amigos, el día de mañana decide ponerse tacos y tetas, yo lo voy a seguir queriendo y respetando como siempre e incluso lo voy a llamar Noelia con todo gusto, pero no lo pondría nunca como objeto sexual de una película infantil. Y no es que discrimine, pero no me digan que no va a ser confuso para un nenito entender que la morocha que le causa cosquillitas es un señor.
Otra que esta por estrenarse es Valentina. Sólo vi el trailer y ya puedo decirles que la animación deja muchísimo que desear. Dicen que una cadena es tan fuerte como el eslabón más débil, así que si el guión, el mensaje y los actores son buenísimos, va a ser muy difícil que uno lo note cuando no puede dejar de pensar en lo trucha que es la imagen. Lo mismo pasó con Condor Crux, que tenía una animación más pobre que el Chavo. Y no es que son los primeros pasos de esta atrasada Nación que incursiona en el terreno de la animación como puede. Es mentira: se puede hacer más que bien incluso acá en Argentina. Y si no vean el trailer de El ratón Pérez 2 o la saga de Dibu.
El Cine Nacional esta creciendo y dando muy buenos frutos; sin embargo, las únicas películas nacionales que realmente facturan en taquilla son las que yo critique en esta nota. Muy a mi pesar, esto demuestra que son las que la gente elige. Yo creo que el mayor esfuerzo de hacer una película esta en realizarla; hacerla bien depende de las intenciones, el talento y el presupuesto (de los últimos dos tenemos). ¿Por qué apuntan sólo a llenar los cines? ¿Por qué no hacer buen cine ya que estamos? ¿Por qué hacemos Peligrosa Obsesión? Es una perfecta imitación de un género de acción norteamericano, con un presupuesto enorme es recontra berreta, nada menos original y más ajeno a nosotros, y sin embargo… ¡FUE UN ÉXITO!. Y los pibes dicen: “por fin hacemos una buena película de acción argentina”. ¿Argentina?. Disney es una horrenda corporación que no se diferencia de cualquier otra y, sin embargo, sus películas ya no intentan inculcarnos Valores pedorros (muchas veces si), facturan millones de todos modos y les chupa un huevo si el mensaje es revolucionario o conservador, y nosotros hacemos una película donde los buenos terminan siendo un grupo norteamericano de la DEA. La gente elige este cine porque es el que le gusta, pero ellos no eligen que sea una mierda, eso lo deciden los productores. El chancho come basura porque se la da el dueño.
En fin, nuestro cine comercial es una porquería y aun así es el que más factura. Yo, cuando se trata de llevar a mi ahijada al cine prefiero ir a ver Wall-e, que tiene todas las características buenas que ya mencione, dos protagonistas que sólo saben decir sus nombres y aun así son súper expresivos, y un subtexo muy copado.
Pero antes de despedirme voy ser un poco más justo, teniendo en cuenta que:
1) Los chicos disfrutan igual las películas berretas y esa es la meta, en eso no se las puede criticar.
2) No todas las películas infantiles nacionales son así de malas.
3) Disney y Pixar venden sus películas a todo el mundo y recuperan sus enormes inversiones en una semana.
4) Los yankis tienen muchas más películas infantiles pedorras que nosotros: todas las de Chevy Chase de vacaciones, la de Vin Diesel cuidando nenitos y muchas otras más.
5) Hacen miles de películas más que nosotros y tienen hechas más películas malas que todas las Argentinas juntas.
6) Es malísimo para los chicos que aprendan qué es un dentista mirando Buscando a Nemo, que además causo la muerte de miles de pescaditos que niños tiraron al inodoro porque habían visto en la película que llegaban al mar. Moraleja, si nos vamos a copiar de ellos, no copiemos los defectos. Nos sobra capacida.


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