Manifiesto

Veinte Centavos surge por la necesidad de crear un espacio en el cual podamos escribir y debatir sobre diversos temas culturales. Literatura, música, cine y teatro serán nuestros temas habituales, y no dejaremos de lado la actualidad, en la que se combina el pasado y el futuro.Aprovechando la tecnología, creamos está revista virtual, este blog cultural, y esperamos que ustedes disfruten leyendo –y respondiendo- y nosotros escribiendo.

Detrás de las paredes: arte y resistencia.

Por Nahuel A. Billoni

Quien resistirá (cuando el arte ataque)
L.A. Spinnetta
Las paredes son la imprenta del pueblo.
Rodolfo Walsh.


A partir de un hecho concreto el autor realiza un análisis sobre la importancia del arte como resistencia. Repasa una serie de casos en que este existió y produjo grandes obras artísticas.


En los meses pasados se inició un conflicto entre los estudiantes del Centro Universitario de Merlo, la Intendencia de dicha ciudad y la Universidad de Buenos Aires, a raíz de la intención de cerrar el establecimiento en el que se dictan clases correspondientes al Ciclo Básico Común. El problema surgió cuando el intendente de Merlo intentó interrumpir el funcionamiento del CUM debido al supuesto vencimiento del alquiler de las instalaciones. Si se llevaba a cabo la medida, miles de alumnos perdían el lugar en el que estudiaban y se veían obligados a cursar en otras sedes. La dificultad no sólo consiste en la reubicación, sino también en las consecuencias que lleva un cambio de sede: distancias más largas y aumento del gasto en viáticos.
En consecuencia, los alumnos tomaron la sede en señal de protesta y como única forma de asegurarse que no cierren el lugar cuando no se encuentre nadie. Las clases siguieron dándose y sucedió la curiosidad que un alumno se despertaba, guardaba las sabanas, limpiaba el aula y esperaba que llegue el profesor para el comienzo de la jornada.
Finalmente, se llego a un acuerdo: el Centro Universitario de Merlo funcionará hasta julio, es decir, se dictará el primer cuatrimestre para después cerrarlo en forma definitiva. También, la UBA prometió que buscará donde instalar la nueva sede en el oeste. Hasta el momento sería en Moreno.
Mientras el conflicto se desarrollaba, un grupo de artistas plasmó su visión del asunto en las paredes de las instalaciones, creando un mural que refleja la disputa que se llevó a cabo. La actividad que realizaron nos sirve para hacer un repaso sobre la importancia del arte como forma de protesta, actividad política y señal de compromiso. En otras palabras, la cultura como resistencia.


Muralismo: cuando las paredes hablan.

El muralismo nació en México a mediados del siglo XX y consistía en las obras que realizaban artistas en espacios públicos -para que todo el mundo tenga acceso- y contenían una gran carga política post revolucionaria. En ellas se emitían mensajes sobre la situación social y los momentos que atravesaba el país. Grandes pintores, como Diego Rivero y David Siqueiros, llevaron adelante este movimiento. Este arte popular, que no mostraba discriminación alguna, tiene un gran valor debido al compromiso que manifestaban los artistas. Parte de su importancia, era la de ser un arte público, sin ningún tipo de barreras para llegar a tener acceso. La carga simbólica que implica la actitud de estos realizadores sirvió como ejemplo para miles de artistas de todo el mundo.


Cine: mensajes en fotogramas
En el cine podemos encontrar varios casos donde el compromiso político y el arte fueron de la mano. En Argentina, en los años sesenta y setenta, hombres como Raymundo Gleyzer, Pablo Cedrón y Ezequiel “Pino” Solanas, realizaron obras cinematográficas de alta calidad con un mensaje político claro y directo.
En Los hijos de Fierro, Solanas cuenta la historia del peronismo a través de una analogía con el Martin Fierro. El protagonista de la obra de José Hernández -Perón- se encuentra exiliado y sus hijos –distintas ramas del peronismo: juventud, sindicalismo, etc. -tendrán la responsabilidad de traerlo de vuelta. Solanas comenzó la realización del film en 1973 con el apoyo del Instituto Nacional de Cinematografía y tuvo que concluir el rodaje en la clandestinidad en 1975, con dos actores asesinados por la triple A. Recién pudo estrenar la obra en la Argentina alfonsinista de 1985.
Aquí el cine es tomado como arma, como bandera en defensa de un ideal; y a la vez, como denuncia y alegato social. Solanas ya venía de la experiencia de La hora de los hornos, una película-manual-documental-educativa que fue realizada con la intención de proyectarla en villas, centros culturales y pocas universidades, siempre en forma marginal. La intención es la misma que la de Rivera y compañía: transmitir un mensaje por medio del arte.



Literatura: la pluma
En la literatura sobran ejemplos de obras que han sido señales de resistencia y, a la vez, piezas maestras de la literatura. Si nos concentramos en la Argentina encontramos varías, desde las más diversas posiciones ideológicas. Empezando por el Facundo de Sarmiento, que no era otra cosa que un ataque a Rosas a través del caudillo riojano, o El Matadero de Echeverría .
Varios años después, es imprescindible nombrar a esa gran investigación escrita de forma magistral que es Operación Masacre, de Rodolfo Walsh. El libro no sólo denuncia el fusilamiento contra los pequeños grupos de la resistencia peronista, sino que también instauró un nuevo género: mezcla de ficción, crónica e investigación. El escritor argentino se adelantó al Non Fiction de Truman Capote.
Los libros que mencionamos son apenas un par; por suerte existe mucha literatura que funcionó como resistencia, obras que plantaron una bandera por medio del arte.

Música
En la música argentina podemos nombrar a María Elena Walsh, León Gieco, Hugo del Carril y Osvaldo Pugliese. Son personas que han sabido combinar su labor artística y su compromiso político, ideológico y social.

Conclusiones
El hecho de que diferentes artistas asuman una postura es, desde ya, aplaudible. En estos días en que el negocio del arte oficial y privado impone unos límites muy claros, no dando lugar a las manifestaciones personales, es necesario reconsiderar el valor del arte popular como símbolo político, como un espacio independiente y libre pensante.
También es importante aclarar que un artista puede asumir una postura sin necesidad de tomar partido por alguna rama política. Sé que en la mayoría de los casos que citamos hay simpatías muy claras, pero esto no es una condición sine quo non.
Hoy son pocos los artistas que muestran inclinaciones; todos se encuentran sujetos a las reglas explicitas e implícitas que imponen las diferentes corporaciones. ¿O acaso los músicos pueden criticar a las multinacionales cuando se presentan en festivales que llevan el nombre de grandes marcas? ¿Es posible que escritores ataquen a los grandes medios cuando la mayoría vive de realizar columnas en ellos o de ganar los concursos que auspician? ¿Cuántos documentalistas que trabajan en televisión son totalmente independientes?
Por suerte, todavía hay artistas mediáticos –en el buen sentido- que mantienen una línea y un discurso y a la vez tienen abierta la puerta de los medios masivos. Por ejemplo, Ataque 77 siempre se manejo de una forma y pese al éxito siguió llevando adelante sus ideales: apoyó a diferentes ONG, a fábricas recuperadas y participó de varios festivales solidarios, que no fueron transmitidos a toda América latina y liderados por la mujer del hijo de un ex presidente argentino.
El arte público cuenta con varias ventajas: no esta sujeto a normativas ni imposiciones, no discrimina consumidores, es de libre acceso y es popular por excelencia. Hoy este tipo de arte podemos encontrarlo en las paredes, internet, radios y revistas independientes, centros culturales auto gestionados, músicos marginales y películas realizadas y difundidas fuera del circuito comercial.
La intención del artículo fue hacer un breve y arbitrario repaso de hechos en los que el arte funcionó como espacio de defensa. A partir de un mural detenernos a analizar cómo en momentos tensos e injustos surge la posibilidad de elaborar arte y utilizarla como algo que va más allá de la simple contemplación. Cuando esto sucede merece nuestra atención y nuestro respeto.


Nota: las imágenes pertenecen al mural que realizaron en el Centro Universitario de Merlo.

¿Qué ejemplos se te ocurre de arte y resistencia? No te olvides de dejar tu comentario.





2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que hay que intentar es zafar, poco a poco, de la lógica capitalista que es el CONSUMO, donde todos estamos atrapados por la idea de que si la peli no se estrena en sala comercial no existe, si el disco de nuestro artista preferido no suena en merd&pop no existe, si las pinturas de nuestros artistas favoritos no estan en el malba no existe, ademas de las pantallas planas, iphones y toda la producción "tecnócrata". que impera en este mundo. En fin, abusé del espacio, pero tu artículo se suma a otros artículos que estoy leyendo por estos días, acá en la tranquilidad de córdoba, donde esta lógica se reproduce a nivel campo: la sojización como producción cultural frente a la resistencia de los campesinos que no lucran con la tierra, que mantienen la idea de seguir cultivando esa tierra para producir alimentos, que es la próxima lucha que se avecina! en fin, brainstorming de ideas para seguir discutiendo!!
abrazos

Unknown dijo...

Me gusto mucho tu nota, es un muy buen tema. Si hay algo que me gusta del arte, más allá de esa magia que provoca emociones, es la carga ideológica, y la intención de dejar constancia aunque sea subjetiva de los hechos más trágicos. Me acuerdo que todavía era un purrete cuando caminaba por el museo Reina Sofía cuestionando porque eran tan caros los garabatos de Miro hasta que me tope con el Guernica de Picasso, la representación una de las tantas aberraciones militares, desde aquel día cambié por completo mi perspectiva del arte plástico. Es una lastima que la fuerza de los medios de comunicación masivos hagan casi invisible el arte resistencia, pudiendo ser descubierto solo por aquellos que miran con más atención. Pero si una obra de arte llevo a reflexionar aunque sea a una sola persona, creo que se concepción valió la pena. Brindo por el arte resistencia.