Pasada la moda por otro nuevo fallido fin del mundo, es un
buen momento para recordar uno de los cuentos más hermosos de Ray Bradbury.
Se trata de “La última noche del mundo” incluido en El hombre
Ilustrado.
Un matrimonio conversa por la noche. Él le pregunta a su
mujer qué haría si estarían viviendo la última noche de sus vidas, la última
noche del mundo.
Ella no sabe qué responder. Pregunta los motivos. “¿Una
guerra?, ¿bombas atómicas?”.
Él le cuenta que tuvo un sueño. “Soñé que todo se iba a
terminar. Me lo dijo una voz”. Ante el estupor de su mujer, le dice que todos
en la oficina tuvieron el mismo sueño.
La aceptación es rápida. Ambos sabes que se trata de su última
noche, la última noche de sus hijos, la última noche de todos.
Entonces ella dice que no tienen que hacer nada, sólo ir a
dormir, como todas las noches. Inclusive cierra las canillas para que no
pierdan agua.
Buenas noches, dice el hombre.
Buenas noches, dice la mujer.
Buenas noches, nos dice Bradbury. Y nos recuerda que el
mundo sigue, que la vida sigue y que en los libros (o el cine, la música, el
teatro, la pintura… el arte) están las respuestas para esperar el fin del mundo.
Quién quiera disfrutar del cuento, el link es: