Manifiesto

Veinte Centavos surge por la necesidad de crear un espacio en el cual podamos escribir y debatir sobre diversos temas culturales. Literatura, música, cine y teatro serán nuestros temas habituales, y no dejaremos de lado la actualidad, en la que se combina el pasado y el futuro.Aprovechando la tecnología, creamos está revista virtual, este blog cultural, y esperamos que ustedes disfruten leyendo –y respondiendo- y nosotros escribiendo.

Cine-debate :

Citizen Kane y los medios de comunicación



A partir de la película de Orson Welles y considerando la visión de los medios que presenta el film, proponemos las siguientes preguntas para arrancar el debate:
  • ¿Por qué Citizen Kane está considerada la mejor película de la historia?
  • ¿Es necesaria la nueva Ley de Radiodifusión para romper con los monopolios mediáticos?
  • Conociendo la historia del diario Clarín ¿por qué es el diario de los argentinos?
  • ¿Son los medios de comunicación el nuevo partido de la derecha?

    !Qué empiece el debate!

Fútbol y literatura

Por Nahuel A. Billoni



La promocionada edición del libro del Bambino Veira hizo que el autor haga un breve repaso por la literatura sobre fútbol y se permite dar algunas recomendaciones.







1. Cada vez que se quiere acercar la literatura a las masas se hace alusión a la literatura futbolera y se la utiliza como herramienta. Entonces surgen los nombres de Osvaldo Soriano y Roberto Fontanarrosa. Ambos escritores han realizado una obra que cuenta con varios cuentos que tienen relación con el fútbol y, ¿qué mejor que el deporte más popular como nexo entre los libros y la gente?
Este pensamiento pude producir dos lecturas: la primera, el hecho valido de buscar una literatura con gancho para atrapar a posibles lectores; y segundo, subrayar el aspecto popular de ciertos escritores, para después descalificarlos como géneros masivos, de fácil lectura y bajo nivel intelectual – ¡qué mejor que esto para las masas!, exclamara el intelectual o el funcionario cultural de turno- .
La intención aquí es otra: revalidar –si fuese necesario- la literatura futbolera. Rescatar el placer y el entretenimiento que nos brindan.


2. Soriano y Fontanarrosa, además de ser grandes narradores de historias, tuvieron la habilidad y el talento de transmitir como pocos la pasión del juego de la pelota. A partir de jugadores, referís, goles e hinchas construyeron una obra por demás interesante.
Soriano fue el primero que trató el tema en sus cuentos y artículos. Podemos recomendar los Cuentos de los años felices, recopilación que cuenta con los mejores relatos sobre la pelotita: El hijo de Butch Cassady, Final con los Rojos en Ushuaia y Gallardo Perez, referí, entre otros. También, para fanáticos, la recopilación Memorias del Mister Peregrino Fernández y otros relatos de futbol, que contiene las crónicas que publicó en Pagina 12 sobre el personaje del título, un entrenador que recorrió el mundo dirigiendo diferentes equipos.
El rosarino tiene más de medio centenar de cuentos que hablan de fútbol. Unos más buenos que otros, pero todos graciosos y contados de forma magistral. Pero hay uno –esto es subjetivo, claro esta- que presenta todos los condimentos necesarios para ser el mejor cuento: 19 de diciembre de 1971. La historia del secuestro de un hincha canalla por parte de la barra de Central es extraordinaria. Un pobre viejo es raptado porque se dice que estando presente el equipo no perdió nunca. Recomendado.


3. El tapado: Roberto Bolaño. El escritor chileno escribió un cuento llamado Buba que esta en el libro Putas asesinas. Hay fútbol, magia, latinoamericanos y la particular narración de uno de los mejores escritores de los últimos cincuenta años. Un gran escritor, un gran cuento. Segunda recomendación.


4. También se puede ver al fútbol desde otra perspectiva. Eso hicieron en sus ensayos Juan José Sebreli y Pablo Alabarces. El primero realizó uno de los trabajos más críticos sobre este mundo de este deporte: La era del fútbol. Puede criticarse el poco conocimiento sobre el juego en sí, pero el análisis que realiza desde distintos tópicos (medios, violencia, eros, política) es excelente.
Crónicas desde el aguante es el libro de Alabarces. A partir del estudio sobre el comportamiento y la evolución de las hinchadas en Argentina, presenta un análisis muy interesante que permite elaborar una reflexión sobre los cambios en la sociedad argentina, desde el fútbol a la política, pasando por el rock.


5. Y si estamos hablando de fútbol, vamos a citar a tres grandes libros que hablan de fútbol escritos por especialistas.
Enrique Macaya Márquez es el autor de Mi visión del fútbol. Aquí el conductor de Fútbol de Primera repasa grandes equipos (formaciones tácticas, integrantes), mundiales (desde el 58 hasta el 98), anécdotas y se permite el lujo de hacerse una entrevista a sí mismo.
En su libro Macaya cuenta una historia muy linda: cuando era chico vivía en la misma calle que Alfredo Distefano (unos de los cracks más importantes de historia, por si usted no sabe) y jugaban picados juntos. En muchas ocasiones, el futuro periodista no le pasaba la pelota al promisorio jugador. Tiempo después, ya de grande, relata que sueña que vuelve a jugar el partido y todos recriminan el hecho de no pasársela a Distefano , él se pone nervioso y se castiga a si mismo por el atrevimiento.
Ser jugador es el titulo de la autobiografía que publicó el ex jugador Roberto Perfumo. Es una lección del mariscal y esta repletó de anécdotas muy graciosas, como la vez que cuenta que enfrentó a Maradona y lo recibió con una patada acompañada del clásico y autoritario “levántate pibe”.
Juvenal, fue –y es- uno de los referentes del periodismo deportivo escrito. Sus notas en El Gráfico eran seguidas por miles de hinchas-lectores. En Fútbol en el alma, están varios de esos artículos que transmiten la belleza que se puede encontrar en este deporte. Leer el relato sobre la final de la Copa del Mundo del 78 y los goles de Kempes, marcan la visión y la ternura de este periodista.


6. Existen infinidad de libros recomendables que hablan sobre fútbol: El terror y la gloria de Albert Gilbert y Miguel Vitagliano , Fútbol al sol y sombra de Eduardo Galeano, Los cuadernos de Valdano, Las crónicas del Angel Gris de Alejandro Dolina, entre otros.


7. También hay textos que no están íntegramente dedicados pero el tema aparece en sus páginas. En Sobre héroes y tumbas –Ernesto Sábato-, un personaje cuenta que un jugador tenía el conocimiento exacto e infalible para meter goles, pero no practicaba este método porque sino sería muy aburrido y se perdería la magia. Hasta Manuel Puig en La traición de Rita Hayworth toca el tema: uno de los protagonistas sueña con jugar en la primera de River.
Y podemos agregar a José Pablo Feinmann que en uno de los ensayos de El mito del eterno fracaso, titulado Los mundiales de fútbol, realiza una de las más lucidas miradas sobre el mundial 82 y lo poco que podía significar ganarlo dada la Guerra de Malvinas.


8. Hace unas semanas salió Bambino Veira, personaje de Buenos Aires. La publicidad inundó las canchas y el ¿técnico? apareció por infinidad de programas de televisión. No leímos el libro pero ya sabemos que vamos a encontrar: chistes, anécdotas y nada sobre ese tema.
No pensemos que la literatura futbolera se reduce a eso. Como hemos señalado existe mucha, variada y buena, que esta alejada del estereotipo de libros hechos como productos para la venta masiva y sin ningún merito.
Este tipo de literatura cuenta con valores muy interesantes: es entretenida y refleja. como pocas, aspectos de la cultura argentina.
Desde ya que existen obras que serán ilegibles, mal escritas y repletas de observaciones absurdas.
Yo prefiero quedarme con los otros y nunca renegaré de esos libros que me hicieron pasar por muy buenos momentos -Don Niembro-


¿Qué libros recomendas? No te olvides de dejar tu comentario.

¿Quién dijo que todo esta perdido?

El teatro comunitario es uno de los hechos más interesantes que se han producido en la Argentina en los últimos años. combinando la cultura, el arte y la actitud política.


Por Anabella Nieto


En las últimas portadas de los diario argentinos podemos encontrar titulares como el siguiente: Los mercados bursátiles del mundo volvieron a temblar por los temores a una desaceleración global de la economía y, en ese contexto, la Bolsa porteña se hundió 12,14 por ciento.; así anuncian la crisis que atraviesa al mundo capitalista y que afecta hasta el lugar más recóndito de nuestra querida aldea global.

Ya desde los últimos años del siglo pasado, los avances de la ciencia y de la tecnología permitieron que las relaciones entre los diferentes lugares del mundo se hicieran más cercanas. La vinculación intercontinental, la mundialización, incide no sólo en el campo económico, sino que en todas las dimensiones de la sociedad. Sus consecuencias también son terriblemente globales: sociedades estructuralmente dualizadas y divididas; avance del darwinismo social: una guerra irrefrenable de todos contra todos; imperio del mercado como forma dominante de la regulación social; construcción de un estado mínimo frente a los derechos sociales de las mayorías, aunque fuerte y autoritario para definir estrategias a favor de las minorías que controlan el poder económico, etc, etc…

...este modelo de vida que se nos ofrece como gran orgasmo de la vida, estos delirios del consumo que dicen ser la contraseña de la felicidad, nos están enfermando el cuerpo, nos están envenenando el alma, nos están dejando sin casa: aquella casa que el mundo quiso ser cuando todavía no era
Eduardo Galeano.

Un mundo prometido a la individualidad solitaria, a lo provisional a lo efímero, al pasaje; marcado por la transculturación que convierte las diferencias en homogeneidad, borra los rasgos distintivos de las culturas produciendo la pérdida de identidad y de capacidad de crear frente a la avalancha de modas y objetos culturales importados. En él nos ubicamos como átomos anónimos, perdiendo, de esta manera, el rol de individuo moral y políticamente comprometido que toda sociedad requiere.

A pesar de todo ello, ¿quién dijo que todo está perdido?, nos gritaría Fito.

Ciertas tendencias nos ayudan a alimentar nuestras esperanzas de que el cambio es posible. Desafiando las políticas impuestas, los pueblos buscan caminos para levantar alternativas. Esos caminos son múltiples y diversos.

Analicemos este fenómeno de resistencia popular desde una actividad artística como es el teatro comunitario.


En octubre, más de treinta agrupaciones de teatro comunitario de todo el país presentaron sus espectáculos en plazas, teatros y espacios culturales de la ciudad con motivo de la celebración del VII Encuentro de Teatro Comunitario. Tuve la posibilidad de concurrir a algunos de esos espectáculos y pude constatar que todavía existe un lugar para el encuentro con el otro, un encuentro fundado en el compromiso y el respeto, y no en el interés. Un espacio definido por la identidad común, relacional e histórica. Un lugar de denuncia, pero también, y sobre todo, de praxis. Quizás, un breve repaso por la historia de la conformación de estos grupos y de su organización nos aporte más datos; pero nada más efectivo para comprender la esencia de esta actividad como el ser parte de sus presentaciones, como espectador y, en especial, como miembro del grupo.

Son dos los momentos históricos sociales que indujeron a los vecinos a juntarse para contar sus historias: hacia finales de la última dictadura militar y a partir de la crisis del 2001. Así, el teatro comunitario se crea como producto de la necesidad de un grupo de personas de determinada región o barrio de reunirse, agruparse y comunicarse; pero también como una experiencia en pos de "recuperar la vida de los barrios", perderle el miedo a la calle y transformarla de nuevo en espacio vital y público. Por ello, estos grupos marcan su territorialidad en las plazas, espacio naturalmente público, de reunión y encuentro de vecinos, así como también de contacto directo con la realidad: ésta se hace presente allí sin ningún disfraz.
Este tipo de teatro posee la característica de ser un hecho colectivo: es un trabajo en equipo en el cual las individualidades se funden en el colectivo del grupo. Pero, además, la riqueza del grupo se encuentra en la diversidad de sus integrantes, ya que se incluyen vecinos de diferentes generaciones, oficios y ocupaciones, y de diferentes extracciones sociales, aportando sus experiencias particulares.



Ofrecen, generalmente, espectáculos libres y gratuitos (con lo recaudado al pasar la gorra y generando sus propios recursos a partir de aportes de sus integrantes, periódicos barriales, etc. se autogestionan; algunos grupos reciben subsidios); de esta manera, esos espectáculos llegan a un gran sector de la población, contrariamente a la mayor parte de la oferta teatral de nuestra ciudad a la que sólo pueden acceder reducidos fragmentos sociales o VIP.

Los grupos están coordinados por un director elegido por los mismos integrantes. Es habitual que este coordinador posea ciertos conocimientos y técnicas teatrales que serán completados por las experiencias y saberes que cada miembro trae y comparte con el grupo. En la práctica del teatro comunitario son claves los juegos, las improvisaciones de escenas y el canto comunitario.

Historias de sus barrios, de los personajes más frecuentes, de sus instituciones, de sus problemáticas, se hacen presentes en las letras de las canciones. Así, los temas que nunca faltan son los de la memoria, la identidad, la crítica a la opresión que los poderes producen sobre el pueblo, y sobre todo la esperanza, la apuesta en el poder transformador de lo social que aporta el teatro comunitario. De esta manera se evidencia el rol social que asume el teatrista comunitario, al posicionarse como protagonista responsable de los acontecimientos, concibiéndolos como hechos histórico-sociales y no naturales e inmutables.

En este mundo colorido y festivo que nos presenta el teatro comunitario, que llegó hace más de veinte años para florecer de la mano de vecinos de diferentes barrios, “la clave es crear un marco en el que podamos soñar para adelante; y para eso tenemos que ir hacia atrás en nuestros imaginarios colectivos quebrados.” (Ricardo Talento, Director del Circuito Cultural Barracas)

No será tan fácil,(…) no será tan simple como pensaba.”



Habrá trabas, porque el arte, la creatividad, la política (centro de toda manifestación popular) son actividades subversivas, incomodan a aquellos pocos que pretenden moldearnos a imagen y semejanza de su discurso único; y ello es perfectamente constatable si recordamos lo sucedido con la cultura y la educación en los gobiernos de facto y en los de reajuste estructural de la historia de nuestro país.

No encontré un mejor final para este humilde informe que una canción que todos los grupos de teatro comunitario cantaron colectivamente en ocasión de la fiesta de apertura. Es toda suya:

Somos navegantes de un futuro hechos con retazos de memoria. Buscadores de tesoros escondidos en las páginas ocultas de la historia. Un viento de sueños compartidosnos junta pero no nos amontona. Distintos corazones y un latido y así la soledad se desmorona.
¿Conocías el teatro comunitario? ¿Qué opinas de estas experiencias? No te olvides de dejar tu comentraio.

Debate:

¿Qué es saber de cine?



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