Manifiesto

Veinte Centavos surge por la necesidad de crear un espacio en el cual podamos escribir y debatir sobre diversos temas culturales. Literatura, música, cine y teatro serán nuestros temas habituales, y no dejaremos de lado la actualidad, en la que se combina el pasado y el futuro.Aprovechando la tecnología, creamos está revista virtual, este blog cultural, y esperamos que ustedes disfruten leyendo –y respondiendo- y nosotros escribiendo.

El juego de Ulises (Dumont)

Por Adrián Lakerman


Con la muerte de Ulises Dumont me puse a pensar en un estilo de actor que está en extinción. En una forma de actuar y en un modo de vivir.

Ulises Dumont era un personaje gracioso en lo que desprendía, un nombre simpático, pero un tipo de actor muy serio. Su gracia estaba oficializada.
Dentro de la página http://www.cinenacional.com/ en una sección hay un juego llamado “Todos los caminos conducen a Ulises Dumont”. El mismo consiste en encontrar a algún actor o actriz que esté a más de tres pasos de distancia de Ulises Dumont. Por ejemplo, Gerardo Romano está a un paso, porque ambos actuaron en El año del conejo (1987). Selva Alemán, en cambio, está a dos pasos: actuó en El bruto (1962) junto a Ricardo Trigo, quien a su vez actuó en La gran ruta (1971) junto a Ulises Dumont.

Este juego para cinéfilos fanáticos ya existía en Estados Unidos protagonizado por Kevin Bacon. La cuestión interesante que comparten Dumont y Bacon son la amplia cantidad de películas que hicieron. Ulises dumont era un actor muy prolífico, hizo alrededor de 80 películas.

Toda esta curiosidad que trae el actor recientemente fallecido me hizo reflexionar varias cosas, una de ellas y la más importante es sobre la actuación. Los actores de la camada de Dumont tienen un estilo de actuación muy particular. Federico Luppi, Hector Alterio, Arturo Maly entre otros tenían y tienen una sola mascara, una sola forma de actuar. Son esos actores a los que la gente los cataloga como: “Hacen siempre lo mismo” o (esta me gusta más) “Siempre hacen el mismo personaje”. Y pensando y reflexionándolo es la verdad. Tuvieron una época de esplendor (los años70 y los 80) después y durante la dictadura. Y los personajes que solían interpretar eran tipos duros, pero no James Cagney o Humprey Bogart más del tipo argentino que la lucha, que se la banca, que transpira mucho en escena y que grita fuerte si es necesario hacerlo.

Pienso inmediatamente en los actores favoritos de mis amigos y de mi familia y en general no aparecen los actores mencionados. Pero si aparecen otros actores aparecen los de múltiples mascaras. Aparece Johny Deep, Sean Penn, Marlon Brando o Julio Chavez de los nacionales. Y está muy bien eso. Son Actores que tienen que ver con la multiplicidad de géneros, con la ductilidad y con qué pueden hacer cualquier cosa. Lo cual es verdad y totalmente valido.
Pero yo no quiero un actor que me maraville cuando veo una película, yo no quiero que termine la película, pararme y aplaudir un actor. Yo quiero otra cosa, quiero que no me pase nada con los actores pero que me guste la película. Si termino de ver un partido de fútbol y me acuerdo de quién es el árbitro, significa que dirigió mal porque lo note, me llamo la atención. Ojo cuando veo fútbol y sobresale Riquelme me maravillo y me paro y aplaudo, pero no es igual mi visión del cine que la del fútbol.

Por ejemplo, si salgo de una película y escucho a alguien que dice “que buena es la ambientación de los años 70”, eso habla mal de la ambientación y especialmente de la película. Si la película es buena ¿por qué mirar la ambientación? La película debe ser aburrida como para colgarse en la escenografía.

Quiero actores como Ulises Dumont, prefiero a un actor con un solo personaje pero que lo haga como la puta madre. Que lo haga como debe ser.
¿Qué opinas de la generación de actores de Ulises Dumont? No te olvides de dejar tu coementario.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad que no vi mucho del trabajo de Ulises Dumont.
Comparto algo de lo que dice Adrián respecto a que cuando uno mira una palícula, lo mejor es que te guste la película y no que te quedes solo con algo. Ese "algo" es parte de la película sin embargo.
Yo soy de los que gustan de Hopkins, de Eduar Norton, de De la Serna, esos actores.

Anónimo dijo...

Me parece cualquiera eso de no querer aplaudir a una actor.Yo creo que es al contrario, que hay que valorar el trabajo del actor como tal.Me encanta terminar la pelicula y decir: que actor!!! y porque no aplaudirlo de pie?. Me encanta que me maraville un actor.No hay nada mas lindo que salir del cine o del teatro diciendo que actorazo!.

Anónimo dijo...

Yo estoy con de acuerdo con Adrian en cuanto al hecho de notar algo que podría ser superfluo a a la historia per se del film, ya que aquello que el público nota son nodos de atención que no hacen a la cosa, como ejemplifica él en el caso de la escenografía.
Un film no necesariamente es bueno por su reparto, digamos.

Tal vez un ejemplo de esto (desde mi ignorancia en disciplinas como la del cine, en éste caso) sea cuando se estrene Rudo y cursi, en la que interactúan Diego Luna, Gael García Bernal (que personalmente me agradan y mucho) y Guillermo Francella (persona-je que odio profundamente y lo veo como clon de Macri y la figura del "buen tipo" familiero con bigote garca.

Aún así, aprovecho para aplaudir a Julio Chávez, Ricardo Darín, Cecilia Roth, las fetiches de Almodóvar y la crew de Woody Allen, entre tantos otros que no se me presentan ahora en la memoria.