Manifiesto

Veinte Centavos surge por la necesidad de crear un espacio en el cual podamos escribir y debatir sobre diversos temas culturales. Literatura, música, cine y teatro serán nuestros temas habituales, y no dejaremos de lado la actualidad, en la que se combina el pasado y el futuro.Aprovechando la tecnología, creamos está revista virtual, este blog cultural, y esperamos que ustedes disfruten leyendo –y respondiendo- y nosotros escribiendo.

La dificultad de terminar (una novela)


Hace más de tres años  acepté el desafío de escribir una novela. La idea era contar una historia simple, escribirla por escribir nomás.

Armé la estructura, delineé los personajes principales, definí de quién iba a robar un poco (tan sólo un poco) y empecé.

Las primeras cincuenta páginas salieron fácil. Ya estaba ahí nomás de ser un escritor. Todos los días escribía dos páginas como recomienda Alan Pauls.

Las siguientes cien páginas me llevaron  un año. Todo se complicó. Qué los personajes no eran claros, qué el final se aproximada muy pronto, qué a los diálogos les faltaba trabajo, qué no tenía estilo… Cada día servía para reconocer todo lo que me faltaba para ser un escritor.

La mañana que escribí el aliviador punto final pensé que ya estaba.

Obvio, me equivoqué.

Empezaron los dos años de correcciones,  re-escrituras, consultas a conocidos, quita de pasajes enteros, inclusiones de nuevos capítulos... Interminable.

Imposible no recordar a personajes de Vila Matas o Bolaño, esas criaturas que pasaban la vida intentando escribir y en eso terminaban: intentando.

Y de vez en cuando me acordaba de Jack Torrance, por suerte nunca probé en irme a escribir a un hotel.

Ahora, si tengo suerte, creo que estoy terminando la última corrección. Pongamos que en semanas  debo empezar a ver cómo  encaro el siguiente paso: editarla.

Y eso que creía que lo peor ya había pasado.  

2 comentarios:

Santi dijo...

Grande Nabu!! Que bueno que la hayas terminado. Abrazo.

liliana dijo...

Siempre se puede, felicitaciones!!!!!!!!!!