Por Gerónimo Reig
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A modo de introducción voy a definir a dos grupos de personas en los cuales te podes ubicar vos (si, usted querido lector): El primero es el de los de fanáticos de Lost; y el segundo, el que se jacta de no ver Lost. Ahí se acaba la clasificación porque estoy casi seguro que no formas parte de los que no conocen la serie, y menos aun, del que probó y no le gustó.
Si sos de los que nunca lo vio, sufrís lapsos de soledad en muchas fiestas y reuniones cuando todos tus amigos se emocionan como pocas veces los viste, levantan la voz y se amenazan con revelar información que otros desconocen. Y vos, para no sentirte tan mal decís “A mi no me gusta”. O llegas a tu casa y te pones a ver un capitulo que enganchaste en la tele, pero desgraciadamente es de la tercera o cuarta temporada, y vos sin haber visto un sólo capitulo anterior te quedas ante la TV sin entender nada, como si vieras lluvia al igual que cuando se te corta el cable o se te rompe la antena.
Yo estuve en el grupo de los que no habían visto Lost. y aunque me negaba a verlo ante el fanatismo de la gente, tuve que ceder para no sentirme tan solo. Ahora soy uno más de esos enfermos que están pendientes de que se estrene el próximo capitulo en EE.UU –su país de origen- para poder bajarlo por Internet porque no puedo esperar a que lo pasen por la tele. De vez en cuando encuentro algún defecto que se vuelve imperceptible junto al resto de las cualidades de la serie.
Este es el fenómeno Lost o la fiebre Lost (típico comentario de periodista que intenta diagnosticar hechos contemporáneos). El asunto es que esta serie es un éxito mundial.
Un muy pequeño resumen de Lost (no te voy a contar nada importante pero si no queres saber nada, saltea los próximos tres renglones): “Un grupo de náufragos en una isla donde suceden cosas muy extrañas. Nunca te enteras como ni porque. Y de a poco te vas adentrando en la vida de los personajes antes de llegar a la isla”. Una receta genial. Si se te hubiese ocurrido seis años atrás, hoy serías muy rico (exceptuando la producción de “Casi Ángeles” que se le ocurrió lo mismo pero después, igual tienen bastante dinero). A todos nos entretiene el tema de los sobrevivientes en una isla. Nunca se acaba el suspenso porque nunca se terminan de descubrir los misterios, mejor dicho, cuando se revelan, ya hay quince más. Y para colmo cada personaje cuenta con una historia –novela- propia. Aplausos para J.J. Abrams y sus amigos.
Pero a medida que empecé a ver Lost algo me llamo mucho la atención. ¿Por qué les gusta a todos?
Más allá de la exitosa receta, y su impecable realización, lo que a mi más me gusta de Lost es el género ¡Y NO, NO ES SUSPESO! ¡ES CIENCIA FICCION! Sé que muchos ahora están dejando de leer repitiendo en sus cabezas una de las frases que mas escuché en mi vida “No me gusta la ciencia ficción”. Ete aquí el cuis de la cuestión. Si algo aprendí en tantos años de ser un amante del género es que a la mayoría de las personas no le gusta. Supongo que quien mira de afuera cree se limita a extraterrestres, viajes en el tiempo o espácialas. Entonces ¿Qué paso con Lost?
Se me ocurre una respuesta que desgraciadamente, si es correcta, será la causante de que el enorme grupo que ama Lost termine siendo conformado por J.J. Abrams, un par de nerds y yo (quizás nos juntemos a ver el ultimo capitulo juntos). La respuesta a tal enigma, desde mi punto de vista, radica en el hecho de que el programa revela la información paulatinamente, logrando, como ya dije antes, un vicioso suspenso. A medida que avanza la trama, la serie se torna más fantástica, o mejor dicho, nos vamos enterando que es más fantástica. Esto da como resultado ciertos comentarios que me irritan mucho, como “Ya no saben que hacer y empiezan a chamullar” Ahí es donde me enervo y mientras mis amigos me frenan grito “Ya saben como va a terminar desde el primer capitulo, vos sos un ignorante que no la entendes”.
Respeto los gustos individuales, es solo que me pongo mal cuando la gente saca esas conclusiones.
Volviendo al tema, es así como a medida que transcurran las emisiones, cada vez van a ser más las personas que consideren que la serie se desvirtuó. Aunque realmente no entiendo como no se dieron cuenta de que venia la cosa en los primeros capítulos.
En definitiva aunque algunos lo ignoren, Lost es ciencia ficción y de la buena. En el pasado otras series de CF han sido muy exitosas como es el caso de Viaje a las estrellas pero su público era acorde a la serie (nerds). El éxito de Lost no hace asco a nada: grandes y chicos, hombre y mujeres, cultos e ignorantes (acá estoy yo), nerds y chicos fashion, emos y bloggers, todos. Obviamente, la van a ver hasta el final aunque no les guste y sigan repitiendo ese comentario que saca lo peor de mi. Mientras tanto, yo espero que alguno se de cuenta que la ciencia ficción es más que espadas láser, alíen peleándose con depredador y Carolina Pelleriti haciendo de Ciber Six.
Sopa fría: El asesino es el mayordomo.
¿Por qué ves Lost? No olvides de dejar tu comentario.