Por Nahuel Billoni
Primero es el olor: fuerte y profundo, a sudor y coca, a sexo y miseria.
Después es el atraso:parálisis en el tiempo, pasividad estancada.
Entonces los silencios.
Palabras escondidas pidiendo permiso, palabras que no vendrán, palabras escritas en nuestras mentes en rimas egoístas.
Y los violines no aparecen y la distancia está y los pieses descalzos
y la historia.
Y se ríen, como nosotros. Y beben, como nosotros. Y lloran, como nosotros
y la historia.
Entonces esos paisajes secos de agua y productores de metáforas fáciles.
Preguntas nos invaden, nos cuestionan, nos alejan.
Después es el atraso:parálisis en el tiempo, pasividad estancada.
Entonces los silencios.
Palabras escondidas pidiendo permiso, palabras que no vendrán, palabras escritas en nuestras mentes en rimas egoístas.
Y los violines no aparecen y la distancia está y los pieses descalzos
y la historia.
Y se ríen, como nosotros. Y beben, como nosotros. Y lloran, como nosotros
y la historia.
Entonces esos paisajes secos de agua y productores de metáforas fáciles.
Preguntas nos invaden, nos cuestionan, nos alejan.
El texto fue escrito después del encuentro entre al autor y una serie de comunidades Wichis que habitan en la provincia de Salta. La actividad formó parte del Proyecto Solidario Ecea.
4 comentarios:
Muy bueno, me emocioné (aunque no es parámetro de nada, porque suelo emocionarme). Maite.
Nahuel: hay algo -o mucho- en tu texto que me hace acordar a un fragmento de "La hora de los hornos" en el que un grupo de hombres hace fila en la puerta de un prostíbulo de provincia (una casilla de chapa) mientras de fondo suena "Aurora".
Yo me hago las mismas preguntas que vos cuando salgo del supermercado chino apenas con una bolsa que contiene dos flautitas de pan y una gaseosa y tengo que enfrentar -con vergüenza- los ojos de unos chicos que me piden comida.
Ayer veía en el programa de Chiche a un estúpido entrevistando pobladores de los Esteros del Ibera, gente que, literalmente, no existe; el periodista forzaba su pronunciación para hacerla campechana y se cuidaba bien de morfarse las eses.
Ahora leo tu texto, cargado de verdades, sensibilidad y poesía y me encuentro con un tipo al que evidentemente le ha afectado lo que vio. Y no hay cosa que valore más en los artistas, los escritores, los periodistas, los amigos y los hermanos, que la honestidad.
Te felicito por tu texto. Abrazo
Nahuel:
Todo lo que describís es cierto...y uno está ahí creyendo que va a poder cambiarles en algo su vida para mejor y tristemente descubre que es imposible.
Exceletne tu visión de ese lugar que es un norte que también existe.
Fabiana
NAHUE,te escuche personalmente cuando llegaste de tu viaje y ahora leerlo me produce una sensación de impotencia, porque se lo dificil que será modificar toda esa situación estructural que ya lleva años,pero las peores batallas son las que no se libran, por eso te felicito,es importante intentar y no bajar los brazos.
liliana
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